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Cronista de Lugones

Excelente trato al cementerio

El buen estado del camposanto

Viene este comentario en el titular a cuento porque en algunas parroquias de la región sabemos que los vecinos se quejan del mal estado en que encuentra su cementerio. Por nuestra parte, queremos dejar constancia de la mejora y mantenimiento que se vienen produciendo en el cementerio de Lugones desde hace años, es decir, desde la llegada del párroco Joaquín Serrano. Como tal, no ha puesto sólo el foco de atención en el cementerio, también el templo parroquial se ha visto beneficiado de mejoras, últimamente la pintura de la parte exterior del edificio. La conservación o mantenimiento del cementerio le fue adjudicada a Funeraria San Mateo y/o San Pablo, lo mismo me da que me da lo mismo. Hay que decirlo en honor a la verdad, que para su debido atención los propietarios de los nichos abonan 8 euros anuales por cada uno. Por eso lo vecinos de Lugones están satisfechos del mantenimiento del cementerio parroquial.

Hagamos un poco de historia sobre el camposanto. El actual fue ubicado en la finca conocida como Monte Canta las Ranas, en un lugar discreto, por debajo del campo de fútbol Santa Bárbara, y cuenta con una superficie de 1.255 m2, siendo inaugurado el 1974, por lo que ya han cumplido 44 años. El nuevo cementerio vino a sustituir el segundo de los registrados durante el pasado siglo. El primero nadie de los habitantes actuales lo puede recordar, se encontraba situado anexo al templo parroquial San Félix, destruido durante la Guerra Civil, ambos, templo y cementerio. Un nuevo templo parroquial, que ocupó parte del citado pequeño cementerio, se construyó tras la Guerra Civil, y fue inaugurado en 1940. El autor del proyecto fue el arquitecto Enrique Rodríguez Bustelo.

Queda por aclarar el lugar donde estaba situado el segundo cementerio; y de éste si se acordarán muchos vecinos. Estuvo ubicado durante años en la que hoy es la calle Leopoldo Lugones, más o menos a mitad de camino entre la Plaza de Santa Isabel y el Colegio de la Ería. Hasta que, en 1974, como queda indicado más arriba, siendo párroco Julio Fernández de la Riva, ya fallecido, y coadjutor su hermano José María, que vive en Gijón, se inaugura un nuevo cementerio en Lugones, que es el actual.

Cementerio de Pola de Siero. No queremos dejar pasar esta oportunidad para aportar una particular sugerencia a los responsables del cementerio de la capital del concejo. El aspecto que presenta es patético, deprimente, cuando pasa el viandante o automovilista por la carretera a su altura se encoge el corazón. Aprovechando esta coyuntura nos permitimos llamar la atención para que se estudie un proyecto que pueda mitigar ese impacto visual, bien colocando paneles o mamparas decorativas escalonadamente.

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