En nuestro valle estamos bien servidos de museos y centros de interpretación, creo que son una decena o por ahí, aunque en su mayoría languidecen o están poco menos que cerrados. A pesar de todo no sé yo si no estaría mal copiar la idea de un museo recientemente abierto en Castelbosco (Italia), dedicado a... ¡la mierda! Como lo oyen.
Cuando menos, no se les puede negar originalidad a los italianos. Además el museo es ecosostenible y genera energía. Toda una bicoca. Así que con la materia prima que por aquí contamos, poco esfuerzo habría que hacer para que estuviera funcionando en cuatro días uno similar al italiano.
La ubicación, para ir acorde con el todo, podría ser en el monumento al chatarrero desconocido -léase Talleres del Conde, de Langreo- que ya de por sí reúne todos los aditamentos de mierda de primera.
Ya se pueden ustedes imaginar la cantidad de material que allí se podría exponer. E incluso enviar algo a los italianos, pero intercambios no, mejor que se queden con sus boñigas de vaca, que de eso también tenemos en abundancia.
Lo que humildemente sugiero no es otra cosa que las paredes del teórico museo estuvieran adornadas con las fotos de todos los sinvergüenzas que dilapidaron por acción u omisión los fondos mineros y que a la par dejaron el valle peor que estaba al inicio de su aplicación. Y mira que parece difícil.
Pero por ahí siguen la mayoría de ellos riéndose de nosotros, muchos aún en puestos con capacidad de decisión, con buena soldada y protegiendo a los suyos. Otros, a los que no hace falta nombrar, no saben, no contestan, pero nadie les quita lo bailao, que es mucho.
Ahí dejo la idea, obviamente no la van a aceptar, dado que sería el vivo retrato, nunca mejor dicho, de muchos de ellos.
Las consecuencias están a la vista de todo el mundo, pero somos la tierra donde nunca pasa a nada, pese a los desatinos que llevamos padeciendo desde tiempos inmemoriales, tragando quina y con nulos visos de solución.
