Roberto Lafuente Peláez, y de paso corrigiendo el indebido apellido Fernández que se coló el pasado lunes, era conocido por "Roberto el de Banesto", a pesar de que cuando se fundó el Banco de Langreo, él estuvo un tiempo en esta nueva entidad, en el departamento de Cartera. Pero pasado un tiempo el entonces nuevo director de Banesto le repescó por su buen trabajo y dedicación, hasta que le sobrevino la hemorragia cerebral, causante del inicio de su empeoramiento de su salud durante tantos años. Roberto perteneció al grupo de Coros y Danzas de Sama y se le recuerda viajando a diferentes sitios.
Por haber nacido en la antigua Plaza Alcázar de Toledo, más tarde renombrada como Plaza del Ganado, al crearse el equipo de fútbol Alcázar, aunque Roberto nunca jugó en el mismo, fue por esa proximidad un gran forofo y por eso acostumbraba a asistir a la comida anual que con tan fausto motivo celebraban los antiguos jugadores, así como antiguos vecinos, del Alcázar.
Se da igualmente la circunstancia de que Diego, el nieto de Roberto, es portero del Alcázar, circunstancia que alegraba igualmente a su abuelo. Es grande el hueco que deja Roberto, tanto en su directa familia, por la dependencia y asistencia personal de Asunción, su mujer, como de su hija Marta y su nieta Patricia, dedicadas a él en cuerpo y alma.
Me duele su fallecimiento y guardo el buen recuerdo que nos ha dejado su buen carácter y cariño.
