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Por el camino

Tras el éxito de la Guardia Real

La conservación de las señas de identidad de la empresa Los Mallos

Registrado y confirmado el éxito de la presencia de la Guardia Real Española, en Mieres, con el espectáculo ofrecido en la parcela central de La Mayacina, no era intención de la Tertulia "Por el Camino" volver con la cuestión. Sin embargo, existe un detalle para sumar al hecho y que sirve de precedente a lo acontecido la pasada semana.

Según J. A. Vega y J. M. Chema, ambos miembros de la tertulia, el Regimiento número 13 del entonces Ejército Español hizo de Guardia Real con motivo de la visita que la Reina Regente María Cristina realizó a Mieres, en el año 1852. Es la primera visita registrada oficialmente, aunque puede ocurrir que otras se hayan producido con antelación. De todas formas dejamos constancia del hecho como seña identificadora de la historia de hace más de siglo y medio.

Al margen de ello una nota pintoresca a modo de anuncio publicitario, en forma de simple folio con el sistema actual simulando especie de pétalos con el número telefónico de contacto, en uno de los paneles colocados dentro del casco urbano de esa villa. "Mary Poppins en Mieres. Si necesita un canguro de confianza para su peque... ¡Llámemeeee! Cuidadora infantil". A veces la imaginación hace "milagros" graciosos.

La propuesta: Un viejo edificio, emblemático por el tiempo y el uso, se viene abajo por razones convincentes de la piqueta. Se trata de lo que fue fábrica de embutidos y derivados Los Mallos, en las cercanías del barrio de la Peña. A punto de cumplirse el siglo de la actividad de esta empresa en Mieres, no sobraría conservar ciertos símbolos que la identificaron en su día, como puede ser la verja, el emblema empresarial y la placa con el punto kilométrico que figura en la fachada. Algún día habrá que recordar y certificar un Mieres pujante a través de estos hoy simples detalles, mañana puede que signos indispensables para determinar la historia de un pueblo.

La crítica: Si un día, no muy lejano, dejamos constancia de la desaparición de la cancha de baloncesto anexa a la Escuela de Adultos en Santa Marina y a la vez la rápida intervención de los servicios municipales para reponerla, hoy nos vemos obligados a constatar el negativo comportamiento de algunos usuarios que dejan botellas de plástico y otros envases, así como restos de basura, en el recinto. Eso no es hacer "patria" y menos ciudadanía. Por supuesto que ahora nos toca solicitar, de los servicios públicos, la correspondiente respuesta de limpieza.

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