Y de las gordas, es en la que se encuentran los partidos políticos, tras la conclusión de la cita electoral. Tan gorda, que la mayoría de ellos van a necesitar buenas dosis de Alka-Seltzer para poder reponerse de los resultados.
Llega la hora del análisis, en profundidad para todos ellos, y como resulta habitual las lecturas son interesadas, cada uno lo ve como quiere, nos lo venden como positivo, adobado de cifras comparativas, y demás gaitas, aunque desde la óptica exterior no resulte así.
Una vez que el "clavu" de la resaca se va disipando, llega el tiempo de las justificaciones y la búsqueda de explicaciones ante unos resultados poco satisfactorios para la mayoría de los partidos, con una situación compleja, y concatenado con ello llega el mercado negro de "compro, cambio, vendo", en el que los chalaneos y cambalaches, son la moneda de cambio para llegar al poder.
Además, con la ley Electoral actual, la voluntad popular se va devaluando, quedando adaptada a los intereses de cada cual, resultando lógico el cabreo de muchos votantes, que comprueban como sus votos salen a subasta, terminando en la faltriquera de partido al que no quieren ver ni en pintura.
Aunque todos están de acuerdo en que la ley actual se ha quedado obsoleta, no hay modo de que le metan mano, adecuándola a los tiempos que corren. Y eso que hay países cercanos que se pueden tomar como simple ejemplo.
Toca época de componendas, que veremos en que acaban, como también que muchos se tengan que mojar por fin en cuestiones de verdadero interés general, dado que hasta ahora estaban felizmente "atechaos", sin aclarar su postura.
Se barruntan un tanto difíciles los acuerdos para una gobernación estable del país, e igual antes de que acabe el ya cercano 2016, vamos a ser convocados de nuevo a las urnas, a unas nuevas elecciones.
De todos modos, uno que estaba contento con el final de la parafernalia que conllevan la citas electorales, pues mi gozo en un pozo, dado que entiendo que esta "verbena" va a seguir prolongándose seguramente durante un buen tiempo.
Pues que le vamos a hacer, paciencia, amigos míos, con independencia de que con el paso de los años, las resacas se suelen llevar mucho peor, ¿no?
