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Mario Antuña

Siete leguas

Mario Antuña

Cervantes en el Congreso

Cervantes, 400 años después de su muerte, sigue muy vivo. Y no por su inmortal obra literaria "El Quijote", que también, sino por que aún es capaz de sumergirse en la actualidad de esta España de quijotes y sanchos. Cervantes, representado por el actor Manuel Tallafé, presidió ayer el Congreso de los Diputados ocupado por niños, señorías y líderes de la cosa política. Sin pelos en la lengua, como no los tenía en su pluma, don Miguel recordó que había escrito su Quijote en pocos días, con una sola mano y reprochó a los diputados: "Y ustedes llevan tres meses, con más de trescientas manos, para firmar un acuerdo". Y les conminó a que se hicieran "caballeros andantes" para que por el bien de España llegaran a un pacto. Feo es que tenga que regresar Cervantes a intentar poner orden en este escenario bufo, en el que los políticos se enfrascan en sus batallas de molinos, ajenos a tantos sanchos que acompañan a don Quijote.

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