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A contracorriente

Mieres y su hostelería

El complejo momento que vive el sector y la ardua labor de algunos empresarios para sortear la crisis

La hostelería de Mieres vive momentos complejos por la situación económica de la comarca y por esa crisis que nos acompaña desde hace años con todas las circunstancias que conlleva. Y a pesar de estos momentos convulsos y difíciles, algunos empresarios de raza en el sector servicios local como los hermanos Permuy -Jose y Juan- José Luis Salinas o José Luis Mondelo del Cenador del Azul, ven este tiempo calamitoso con ojos claros y acción positiva, hecho que les motiva para ahondar en iniciativas avanzadas y convertir sus negocios en lugares de encuentro con el trasfondo de la calidad y una filosofía práctica de animar al personal con propuestas bien construidas y asimiladas.

Mieres fue entorno de excelente hostelería, especialmente en épocas de esplendor minero e industrial, con establecimientos de enjundia y servicio esmerado que animaban a los parroquianos y visitantes a disfrutar de instantes cargados de buenas sensaciones. Hoy todo es distinto y se necesita buena dosis de conocimiento empresarial y estilo profesional exigente para lograr que los locales públicos funcionen con garantía de éxito. Y estos mencionados empresarios mierenses, son fieles exponentes de una manera de hacer hostelería y de convencer con la calidad de sus productos a esa colectividad que gusta del óptimo servicio y las buenas maneras de atención personal. Y la crisis que no termina de alejarse es menos problema con esas inquietudes profesionales y ese afán de seguir bregando con ideas novedosas y fórmulas maestras para captar clientes.

Ellos son, si cabe, el paradigma de la renovación hostelera y la manera amable de superar situaciones negativas con ideas notables y pensando siempre en mejorar sus establecimientos para ofertar un servicio idóneo.

Y si los hermanos Permuy están haciendo estrategias de mercado para vencer al dragón de la crisis con su exitosa participación en campeonatos de pinchos y ganando clientes con campañas de atracción culinaria, José Luis del Cenador del Azul va camino de la excelencia gastronómica -para mí ya lo es- con su estilo de hacer cocina, las buenas referencias vinateras y ese trato directo y pausado hacia el comensal. Su reciente premio nacional de Radio Turismo refrenda a la perfección la trayectoria de este restaurante como uno de los más suculentos de Asturias y con un futuro prometedor de alcanzar la tan loable y animosa estrella Michelin.

Lo mismo decir de José Luis Salinas con su confitería-panadería la Aurora en el barrio de Requejo que trabaja con garantía la masa madre y dulcería doméstica, y es un jurado especializado cuando se trata de festivales llambiones por la región. Este grupo de profesionales están haciendo mucho y bien por el sector de los servicios en la villa de Mieres y contornos. Y esas actividades que promueven para movilizar al sector dicen bastante de unos profesionales que no quieren caer en la rutina y se resisten a ser fagocitados por esa crisis que le importa un bledo todo y arrasa lo que encuentra.

Loli Olavarrieta de Unión de Comerciantes del Caudal quiere lo mejor para su concejo y apoya siempre cualquier iniciativa que sea positiva para la causa comercial y hostelera. Ella gusta de las ideas visibles y realistas pero está muy preocupada por el momento inestable de las Cuencas y de su Mieres del alma. Y para incentivar el consumo hay que ser positivos y enarbolar la bandera del esfuerzo, las ideas en acción y trabajar con conocimiento de causa. Y sin duda, con actuaciones pegadas a la modernidad, el éxito llega.

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