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Desde mi Mieres del Camino

Las armas como objeto de estudio y reflexión

Artemio Mortera, un especialista y difusor en esta materia

Artemio Mortera -el apellido, e incluso el nombre, ya es toda una tarjeta de presentación por la incidencia vital que la familia ha tenido en la reciente historia de Mieres, con la particularidad de que su abuelo materno el bien nombrado Saturnino Pérez Mendoza, hizo oposiciones y ganó la plaza de director de la Banda Municipal de Mieres, (asunto curioso, cuando aquí apenas había banda). El se encargó de formarla con gente que no sabía música y algunos componentes trabajadores mineros- es un enamorado de las armas, de su estudio y, según sus propias palabras, "materia suficiente para una reflexión sobre el papel que han jugado en el discurrir de los pueblos". Cuando se le pregunta, pero, ¿las armas no matan? "Por supuesto que es el objetivo principal. Sin embargo, y por poner un ejemplo, los coches también aunque tengan otro fin principal. Acaso no existen fervorosos entusiastas de la velocidad, elemento indispensable para provocar muertes?"

El caso es que este mierense, jubilado ya de sus actividades profesionales, como licenciado en empresariales y gerente durante treinta y cinco años de la famosa Ferretería Mortera, es todo un caso (valga la redundancia), en el marco asturiano, por su afición, digamos vocacional, hacia la investigación sobre todos y cada uno de los elementos que pueden conformar el círculo formado en torno al aspecto armamentístico, especialmente español. Como tal, es un hábil tirador de arma corta en plan olímpico? Y vuelve a remachar sus conclusiones: "Las armas, en su desmontaje y estudio, no dejan a uno indiferente y el disparar es toda una sensación equiparable, si se quiere, a la que recibe aquel que le gusta correr con su vehículo. Eso sí, seamos serios y pensemos que todo ha de regirse dentro del contexto que señalan las leyes naturales y las creadas por la sociedad reinante. En cuanto a las colecciones debe tenerse en cuenta que, tal como marcan esas normas, las piezas, sean de cualquier estructura o el calibre, han de estar inutilizadas ante cualquier emergencia". Y remacha: "Además, seamos sinceros, puesto que no se trata de un juguete. Tengo dos hijos y desde siempre saben de mi inclinación por esta faceta. En todo momento les hablé con la verdad. En cuanto a Mieres se puede decir que existe una afición, pero nunca fue posible fundar un club de estas características".

Por su condición e interés innegable, Artemio Mortera pertenece a dos asociaciones de tiro olímpico, la Deportiva del Principado y la de Ensidesa de Gijón. Pero, claro está, esa inclinación nacida, se puede decir, desde siempre, le ha llevado a convertirse en toda una autoridad en la materia hasta el punto de tener, en estos momentos, publicados veinticinco libros, entre ellos relacionados con la historia militar asturiana como es el caso de "Las defensas costeras de Gijón" por encargo del Ayuntamiento, y más de doscientos artículos en revistas especializadas, abarcando en términos temporales, un largo tramo que va desde el último tercio del siglo XIX hasta la segunda guerra mundial.

Para más inri el protagonista de hoy en "Desde mi Mieres del Camino" fue miembro fundador y es presidente de la Asociación "Arama" que, con diez años de vida, ha dedicado tiempo y forma al estudio de la arquitectura militar asturiana dedicada al periodo de la Guerra Civil en el Principado, que comprende el tiempo transcurrido desde el alzamiento militar de los africanistas en 1936 hasta la que se llamó "liberación de Oviedo" en 1937, un tema que él considera ignorado por la administración pública y que merece una difusión, protección y conservación. Y aquí surge, casi sin quererlo, un nuevo interrogante al cual él no tiene ningún inconveniente en responder: Todo este planteamiento armamentista en torno a la contienda bélica de hace ochenta años, ¿encierra algún matiz político? "En absoluto -responde con energía- podemos presumir de tener en la Asociación gente de todas las ideologías, incluso relativamente joven, y nos llevamos a las mil maravillas".

Como se sabe la guerra giró principalmente en torno a Oviedo y se ha recuperado una especie de ruta con varios puntos de interés, como excavaciones para nidos de ametralladoras, las llamadas "casamatas" de armas automáticas. Mensualmente se suele realizar al menos una salida abierta, con anuncio a través de las redes sociales y un guía al frente, que va explicando las características de cada reducto. Luego está la Fábrica de Armas de Oviedo declarada en su día patrimonio militar. Antes de la contienda -según palabras de Artemio Mortera- se podían adquirir armas para su estudio y colección. Terminada la guerra se reconstruyó el complejo y de nuevo comenzó a funcionar como base de fabricación. Así se fue formando el Patrimonio Armamentista de Asturias que desembocó, en 1999, en la exposición temporal de Trascorrales. Esta fue la tarea personificada por el mierense que se comprometió a recuperar el material a fin de que no se dispersasen las armas y que todo el arsenal histórico quedase en Asturias. En esa labor tuvo la colaboración de un equipo de reservistas, quince personas en total que, durante un año y con una mañana a la semana, lograron establecer una colección de doscientos ejemplares de todos los modelos. Hoy la exposición se exhibe en la Delegación de Defensa de la plaza de España de Oviedo, con el apoyo del Ejército. Cualquier ciudadano puede acceder a visitarla con el simple trámite de una solicitud y cuando se inauguró la noche blanca de hace tres años, tuvo cerca de mil quinientos visitantes, despertando el interés de mayores y niños.

Personalmente Artemio Mortera tiene su colección, con plena preferencia de ametralladoras automáticas, por supuesto que inutilizadas que, por cierto, se cotizan seriamente sobre todo en el extranjero salvo Estados Unidos, donde no se permite ni la exportación ni importación.

Un último apunte señala que desde la Asociación, con Artemio Mortera al frente, se ofrecen charlas sobre el tema de las armas y su efecto histórico, por varios lugares de esta comunidad autónoma. Según sus propias palabras, la próxima será en Grado, donde se abrió recientemente una ruta de fortificaciones y como consecuencia una aula de interpretación.

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