El telón está a punto de elevar sus pliegues hacia la atractiva escena de las fiestas patronales. Y como antesala ese encuentro "La mina canta unida" de la que se hizo referencia aquí hace unos días. Faltaba sólo determinar el programa anexo a los conciertos de este viernes y sábado. Y es que tiene su importancia.
El primer día, a las siete de la tarde, el alcalde Aníbal Vázquez recibirá a los dos coros participantes en esa jornada, a modo de recepción, en las consistoriales. Seguidamente, a las ocho y media, el concierto, en la Casa de Cultura, de la Coral de Pravia y Polifónica Piloñesa. El sábado tarde, seis y media, nueva recepción de la máxima autoridad municipal, a las otras dos agrupaciones corales, es decir, Orfeón Leeonés y Orfeón de Mieres. Seguidamente ofrenda floral ante el monumento al minero de Vega de Arriba. Por último, a las ocho, el concierto final e n la Casa de Cultura. Durante este acto se impondrá la insignia de plata a uno de los veteranos de grupo mierense y se hará entrega de la mención honorífica a Pulmans Llaneza.
Una reseña de auténtico sentimiento generalizado de pésame para los familiares del entrañable Carlos Hevia Losa, alma mater de la música en Figaredo, tras su enorme trabajo con la Rondalla y más tarde el Coro Parroquial. Su desaparición, en estas fechas tan entrañables, la pasada semana, nos hace recordar y para siempre, la alegría y la emoción que trasmitió, durante su existencia, en numerosos escenarios de la Asturias musical. Querido Carlos, que el más allá te depare la eterna paz de los elegidos. Es el deseo unánime de tantos y tantos amigos y en este caso los componentes de la Tertulia "Por el camino".
La propuesta: El poder de observación de nuestro contertulio Honorino, no exento de una pincelada de humor presenta la siguiente propuesta reflexiva. Que el ayuntamiento o el departamento que corresponda, a la hora de programar visitas guiadas a nuestros lugares de cierto atractivo natural, "proyecte" algún safari a la zona del antiguo Oñón, con sus clara visión selvática, cuyos arbustos ya se salen de madre y obligan a los peatones de la calle a tener que desviarse. Por su cuenta y por la mía, ojo pues ¡al dato!.
La crítica: Va de semáforos. Hombre? no es asunto de gran importancia pero tiene su influencia. Al final del barrio de Arroxo, dirección al de La Peña, hay uno que lleva meses y meses silencioso y nada gallasperu. Pues nada, que lo arreglen o que lo quiten. Y en cuanto a otros en el casco urbano de Mieres, esos pequeños que deben orientar al conductor, tienen tal desviación inadecuada, que no prestan el debido servicio. Concretamente el de Valeriano Miranda con las calles Hermanos Peña y Alas Clarín.
