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A mi manera

Referentes

Los dudosos modelos sociales para la juventud procedentes de la televisión

A la vista de lo que con excesiva asiduidad ocurre en todos los ámbitos de nuestra sociedad, días hay que apetece decir aquello de "que pare el mundo, que este menda se baja".

La constante subversión de valores resulta todo un clásico que conlleva el desencanto a personas que se dejaron años de vida en pos de una formación que les sirviera de base para un futuro mejor.

Mucho más, cuando a diario, se pueden comprobar los "referentes" que triunfan, omnipresentes en todos los medios. Precisamente estos días atrás andan en danza conocidos personajes, atrapados -presuntamente- en tema escabroso, no pareciendo muy ejemplar para los que les idolatran. Aunque como somos el país que según quien seas así te tratan, veremos en qué acaba la cosa.

La mayoría de las televisiones están copadas por "troupes" de diverso pelaje que viven, y muy bien, de extrapolar sus miserias más intimas, pura casquería humana, pero que tienen a millones de seguidores pendientes de sus cuernos, pufos, separaciones y, en general, cuanto más morbo de cintura para abajo, sube la tarifa.

No se puede por menos que sentir vergüenza ajena de que la mayoría de referentes como triunfadores resulten estos especímenes, que, obviamente, son cualquier cosa menos ejemplo a seguir para el resto de los ciudadanos, especialmente para las generaciones jóvenes.

Ídolos con pies de barro, encumbrados a costa de lo que pinte, con vida fácil, pero que en bastantes casos, acaban su andadura de manera pésima en el submundo del famoseo, olvidados por todos.

Huelgan los ejemplos, siendo las caídas estrepitosas, pese la vida regalada de la que en su momento disfrutaron.

La lástima no es otra que de un modo u otro hayan servido, o lo estén haciendo, como espejo en que algunos se pueden mirar como guía, sin darse cuenta de que el andamiaje que los sustenta a todos, tiene una fragilidad extrema.

Pero recurriendo al clásico de "ye lo que hay", con la conciencia de que hay gustos un tanto peculiares, pues a aguantar mecha. Lo triste es que el "negocio" sigue cotizando al alza.

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