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La esencia de la cocina rural

El reconocimiento a setenta años de restauración de Casa Zulima, de Caleao

La culinaria en el Parque Natural de Redes tiene un nombre. Y ese nominativo es Zulima. Todo un referente de la cocina de siempre con un tratamiento de los productos heredado de abuelas a madres y estas a sus hijas, conformando ese matriarcado que refleja historia, marca y calidad. Y casa Zulima está en la parroquia rural de Caleao en el concejo de Caso, territorio montañés y cinegético envuelto en un paisaje atractivo y animado. Y al mentar Caleao, este nombre siempre va asociado a gestas destacadas en el universo de la caza, un entorno de altura y de puertos idóneo para la práctica de esa actividad deportiva. Aquí son muchos los cazadores que disfrutan de una o varias jornadas dedicándose a su pasión, que no es otra que la caza mayor. Y entre caza, escopetas, bullicio, cazadores y ambiente... surgió en este pueblo hace más de 70 años el llamado Hogar del Cazador, un local donde el encuentro, la tertulia, la parada obligada y especialmente las buenas viandas se hicieron un hueco para revelarse como la esencia auténtica de un bar con base local y con el tiempo alcanzar la solera de una excelente maceración social y amistosa.

Al frente de este establecimiento estaban Zulima y su marido Poli trabajando con intensidad entre fogones y barra vinatera. Con los años, este hogar del cazador alcanzó fama y notoriedad por sus preparados cocineros y el buen trato ofrecido por sus propietarios. En todo el alto Nalón y zonas colindantes al hablar de Zulima era sinónimo de calidad y exigencia en las recetas de caza, pero también en sus sopas, carnes de vacuno y derivados del cerdo, principales productos en carta. Era un cocina sencilla y cargada de amor y sensaciones que hacía las delicias de los visitantes que se acercaban por estos contornos de Caso. Todas las elaboraciones en cocina de carbón y a fuego lento, lo que daba un plus notable a esos potajes o guisos bien controlados por la mano sabia y amiga de Zulima.... Con el paso del tiempo la matriarca Zulima pasó el testigo a su hija Oliva Poli -Vivi- quien bien orientada por su madre siguió al pie de la letra la preparación de las viejas recetas con el toque de la nueva cocinera...

Actualmente Casa Zulima es un establecimiento moderno y con la estética de los momentos actuales conformado como una posada donde se da de comer y uno se hospeda. Dormida y comida para los muchos amantes del montañismo y del aire libre que se dejan caer por esos singulares espacios donde pasta el buen ganado y donde el urogallo tiene su último reducto. Y Oliva Poli -Vivi- está apoyada en las labores de intendencia por su marido José Luis y sus hijos Vicki y José Luis, generalmente los fines de semana que es cuando la Posada de Zulima adquiere el buen ambiente y los productos de la venatoria, junto a los estupendos vinos armonizan en el coqueto comedor entre exquisitos sabores, aromas y evocaciones coquinarias. Una trayectoria profesional basada en la tradición, en la calidad y en la honradez, rematada ahora con un galardón a la esencia de la cocina rural.

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