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Por el camino

La falta de seguridad

Los intentos de robo en establecimientos de la calle Martínez de Vega

Aunque reciente, el asunto trae cola. En la calle Martínez de Vega y parte de Escuela de Capataces -que al fin y al cabo es su prolongación- el comercio y demás establecimientos se quejan de falta de seguridad ante determinados hechos que viene ocurriendo últimamente con cierta periodicidad. Y es que, cuando el río suena?.

Resulta que, durante lo que va del mes, el tramo que va desde el popular edificio "La Torre", el más alto del casco urbano, hasta la calle Manuel Llaneza y primer tramo de la de Escuela de Capataces, se vienen prodigando intentos de asalto a la propiedad comercial y autónomos de actividades varias. Aquí la propia cafetería de La Torre, un poco más allá un establecimiento de decoración, incluso alguna farmacia y hasta un importante comercio de carnicería. Aparte, y con la consabida preocupación, aparecen, en portales de viviendas particulares resto inequívocos de utilización de materias tóxicas y prohibitivas en el ámbito general. En definitiva, que es fácil tropezarse con jeringuillas y otros elementos similares que, sin duda alguna, constituyen un serio obstáculo y un peligro de los gordos principalmente para niños y ancianos.

Y qué decir de cierta central bancaria cuyo vestíbulo destinado al movimiento de cajeros automáticos se viene convirtiendo en algo así como "dormitorio colectivo" cuyo espacio elegido aparece, en ocasiones, poco más o menos que tapado, con cartones, a los ojos del transeúnte. ¿Acaso se usa también para determinadas maniobras nada deseables en una sociedad de sana trayectoria? Silencio, se rueda? De todas formas y en fidelidad a la verdad, según testimonio de quiénes denuncian estos hechos, desde hace unos días, esa situación de uso indebido de un espacio destinado a los clientes de la entidad bancaria, ha bajado de tono. Lo que no es posible saber es cuánto ha de durar la bonanza.

La propuesta: Sí, estamos en plenas fiestas de San Xuan, pero eso no quita para que, a la sombra del festejo patronal, surjan situaciones lamentables. Y la que hoy nos ocupa ocurrió el pasado domingo, al mediodía, con motivo del concierto musical de la Banda de Mieres, que, con motivo de la efemérides anual, ofreció en la cancha del parque Jovellanos. Todo estaba preparado a las mil maravillas, con cómodas sillas para los espectadores, pero con un la pesadez de un sol de justicia y un calor insoportable, precisamente donde la sombra brillaba por su ausencia. Este detalle existía en uno de los laterales pero estaba ocupado por los "manteros" vendiendo su mercancía, por cierto, señores que tienen todos los derechos a ejercer su trabajo para llevarse los garbanzos a casa. Y sin embargo el conflicto llegó cuando los espectadores del concierto reclamaron aquel trozo de parcela para poder seguir, con garantías de librarse de una insolación, los acordes de la magnífica Banda de Música de Mieres. Hubo enfrentamientos verbales pero por fortuna el asunto no pasó de ahí. Conviene que los responsables del evento festivo tomen nota de cara a futuras actuaciones domingueras en este hermoso rincón de la piel mierense.

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