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De pedales

La temporada de Fernando Alonso en el Mundial de Fórmula 1

Tanto usted como yo conocemos desde hace mucho tiempo que lo que llamábamos "de pedales" eran los aviones de hélice, por su lentitud, ruido y vibraciones, ¿se acuerdan?

Bueno, pues hoy, cuando ya nuestros aviones de pasajeros se mueven, como decíamos, con propulsión a chorro, por tierra, por el suelo y en pistas a propósito, Fernando Alonso, mueve un coche a pedales, que le deja inutilizado e incapaz a llegar a la meta, ¡que digo!, en la primera vuelta de entrenamiento.

Parece una tomadura de pelo para aquel que en su día fue campeón del mundo y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. Encima a Fernando Alonso se le ve sonriente y hasta optimista antes y después de cada prueba, sentado y descansando en una silla, afirmando que en la próxima carrera será diferente.

Desilusión ante los suyos, ante los asturianos, los españoles, de continuar con un coche que va a pedales y que incluso ya en la prueba de reconocimiento se queda parado en la cuneta. Lo sentimos Fernando, porque creo que no te lo mereces.

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