De los 15 días que llevamos de julio, sólo hubo dos o tres de sol. Para los veteranos estivales del Norte puede ser un alivio, si para el Sur se achicharran con temperaturas superiores a los 40 grados. Aunque sería mejor un término medio. Hace unos años, en el verano de las Cuencas había cursos universitarios, fiestas singulares como la del Segador de Caleao, en Caso, y grandes fiestas patronales. En estos nuevos veranos ni hay cursos, ni fiestas singulares y las patronales, como en El Entrego o en Laviana, dan fundido a negro. Incluso en estos estíos del cambio climático hay personas para las que dejar sin vacaciones a su mascota "Pesesín" provoca un movimiento solidario de sus vecinos para cuidarla. Como aquí vienen niños saharauis a "veranear", dicho con toda la ironía, que tiene agallas lo del pececito, las fiestas y la nube sobre la cabeza. No sé ya si éste es un verano a la asturiana o que se nos está atrofiando la mente.
