Hay que aprovechar el viento a favor para volar. El turismo tiene cada vez una mayor importancia en la economía de las comarcas mineras. Prueba es que en diez años las plazas hoteleras han aumentado un 40 por ciento. Y los proyectos al socaire del sector se suceden. Ahí están los dos campings proyectados en Caso y Sobrescobio, la utilización de las estaciones de esquí en verano y el uso lúdico de los embalses de Tanes y los Alfilorios. Sin volver a repetir los que ya son una realidad. Bueno sería un impulso decidido y firme de las administraciones para afianzar y consolidar el turismo como una alternativa económica y necesaria en unas comarcas camino de la devastación. Porque si es verdad que soplan buenos vientos económicos, es imprescindible aprovecharlos para evitar paradojas como que el FMI diga que España es el país "moderno" que más crece, mientras acumula la mayor desigualdad, precariedad y temporalidad laboral.
