Tino PERTIERRA
Está confirmado. El sujeto que explotó ayer era un niño. Un niño explosivo. Al final se han decidido por esta nomenclatura. Las expresiones barajadas hasta entonces no prosperan. "Niño terrorista" estuvo a punto. Pero vayamos al grano: otro niño explotó. El noveno. La expansión de los niños explosivos.
Bea Cantero (Valladolid, 1973) ganó el año pasado con "Los niños bomba" el XII Premio "Café 1916". Un galardón que avala una novela que, a partir de una idea rompedora de conciencia-ficción ("visiting": visitas turísticas guiadas a los hospitales) pinta un sobrecogedor mural sobre la enfermedad y la muerte, sobre la deshumanización de la sociedad, sobre un mundo donde la televisión tiene muchas veces el mando.
-¿Qué la impulsó a encender la mecha de esta novela?
-Lo que quería es abordar temas que me inquietan: el totalitarismo actual del cuerpo y la gestión de la salud y la enfermedad, la curiosidad irresponsable fomentada por el negocio del turismo y los medios de comunicación, las consecuencias del aburrimiento, de mirar irreflexivamente y de ser mirado, la trivialización de todo.
-Visitas guiadas a los hospitales... ¿profecía o sugerencia?
-Posibilidad no descabellada en un mundo en el que la curiosidad sin límites es alentada.
-¿Qué le pasa por la cabeza cuando escucha esos consejos de afrontar las enfermedades más terribles con una sonrisa y mucho ánimo positivo?
-Pienso en aquellos enfermos sin sonrisa y ningún ánimo positivo y su derecho a vivir la enfermedad sin sonrisa y sin ningún ánimo positivo.
-¿Con el humor se protege a sí misma o ataca?
-Creo que ni una cosa ni la otra, ni he declarado ni me han declarado una guerra. Es curioso advertir cómo lo que a unos nos parece trágico a otros les puede despertar una sonrisa.
-¿La moda del coaching es útil o solo rentable?
-Si existe es porque es útil y rentable para alguien. Pero a mí lo que me interesa es el coste personal y social que el coaching pueda tener.
-¿La televisión banaliza la política, el dolor ajeno, la cultura... ¿Se salva algo?
-Si se salva algo, es que no ha dado tiempo aún a banalizarlo.
-¿Qué opina una bibliotecaria del libro electrónico?
-El libro electrónico es, según la acepción que tomemos, un libro o un espacio lleno de libros. Los libros y los espacios llenos de libros en principio me interesan.
-Niños que explotan en las noticias... ¿Lo soñó o se lo imagina?
-Lo vi en la tele del hospital de "Los niños bomba". No sé si será verdad.
-¿Cuando lleguen las gafas 3-D el amor y la guerra serán virtuales?
-Ojalá las guerras.
-¿Se puede hacer humor con el terrorismo?
-Yo no lo haría. Pero creo que un autor es libre de darle el enfoque que prefiera a su obra, como llibres somos los espectadores de mostrar interés o no por dicha obra. Si te interesa la teoría del humor, te recomiendo leer el dossier "¿De que se ríen los demás? Hacia una antropología del humor" que saldrá publicado en el próximo número de la revista de arte y pensamiento Bostezo.
-Chequee el periodismo actual.
-No sé si soy quién, porque no consumo apenas periodismo. En todo caso, supongo que el periodismo actual tiene la salud que tienen sus periodistas. El periodismo de la nobel Alexiévich es perfecto. En cambio, otro periodismo me da la impresión de que tiene todos los niveles altos (desatados de forma irreversible): desde el colesterol hasta la infamia.
-¿Es usted fumadora?
-No soy fumadora. Pero me solidarizo con los fumadores y por eso mi casa y mi coche son zonas desmilitarizadas en las que permitimos a los fumadores realizarse plenamente. Creo que entre los fumadores hay personas buenas.
-¿Cuál es la última imagen de un telediario que la dejó traspuesta?
-No veo telediarios desde hace veinte años.
-Subsidio del paro a cambio de ser cobayas... ¿Teme que la realidad le acabe dando la razón?
-Me daría la sinrazón.
