Tomemos un punto de partida. El mismo que adoptó, por ejemplo, Philip K. Dick en El hombre en el castillo: nazis y japoneses han ganado. Pero, en vez de llevar las implicaciones de esta hipótesis al plano de la ciencia ficción, como K. Dick en 1962, llevémoslas al de la más desenfrenada cultura pop. Fue lo que hizo el vanguardista vienés Otto Basil en 1966. Basil (1901-1983) sumerge al lector en un momento impreciso de los 60 en el que el Reich, que arrasó Londres con el arma atómica, está al borde de la guerra civil y a punto de chocar con los nipones. En ese momento, interviene el zahorí que protagoniza Si el Führer lo supiera para, péndulo en mano, emprender un enloquecido viaje por el Reich en misión sanadora. Enlazando el esoterismo nazi con una sociedad adocenada por el totalitarismo, Basil compone una radiografía tan divertida como acerada de un mundo que, bien mirado, no difiere mucho del actual.
