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Arte

En el firmamento de Pablo Armesto

Abstracción geométrica extendida en el espectáculo de arte y luz de un creativo soñador de galaxias

Obra de Pablo Armesto en la galería Aurora Vigil-Escalera.

"Mis cuadros se expanden en el infinito a medida que aumenta la iluminación, y cuando esta se apaga estos también lo hacen". Eso escribía Groftarde Graubner, alemán del Grupo Zero, de sus "Cuerpos de color- espacio". Era uno de los artistas que, como sucedía con los de la abstracción pospictórica en América, protagonizaban en Europa la reacción contra la "abstracción gestual desenfrenada", aquí representada por el tachismo y el Grupo Cobra. Los del Zero, junto a otros como Yves Klein, con su "pintura de fuego, luz y azul", o Lucio Fontana, permitiendo con sus cortes y perforaciones que el espacio penetrara en el cuadro bidimensional, formaban parte de un grupo idealista, experimental, utópico y romántico, cercano al op art y al cinetismo, y tenían en común la inclusión de la luz como un elemento determinante de su pintura. Aunque luz y espacio son elementos especialmente sensibles en todo arte, no parece aventurado ver en ellos un interesante antecedente del trabajo de Pablo Armesto, con la particularidad de que en él no es que la luz sea determinante en la obra; sencillamente, es la obra. Ni pigmentos, ni materia, ni color: solo la luz, una forma de energía manifestándose en el espacio como una metáfora del principio de inmaterialidad del arte.

Claro que a la obra de Pablo Armesto le podríamos encontrar otros interesantes parentescos. Uno, más cercano, el de la neoabstracción, los "neogeos" , más en concreto, que con una muy amplia variedad de propuestas artísticas como alternativa a la abstracción pura y al minimalismo, reivindicaban los valores de la "posmodernidad auténtica": abstracción con contenidos, formas alegóricas, libertad para expresar visiones particulares sin necesidad de amoldarse a leguajes convencionales . Inclasificables, francotiradores, reformuladores del arte geométrico, como fueron llamados Peter Halley o Ross Bleckner, ¿no podría ser uno de ellos Pablo Armesto, el utópico soñador e galaxias sin más referencia de la realidad que publicaciones especializadas o algún avistamiento telescópico del firmamento? ¿Es su obra abstracta o figurativa, o quizá sea otra versión del realismo mágico?

Lo anterior solo tiene la intención de situar en un contexto de la modernidad artística la obra de un creador de iconografía y técnica muy personales que se plantea representar un universo imaginado construido con elementos geométricos simples y un lenguaje también característico. Lo suyo no es una ocurrencia, ni un buscado efectismo por muy espectacular que parezca, sino el resultado de una formación y trayectoria artística y un proceso de investigación rigurosos y dilatados junto al buen conocimiento del arte contemporáneo. Pienso que ha sido el espacialismo de Fontana y sus cortes en el lienzo su primera inspiración, solo que no para buscar otra dimensión sino para convertir sus incisiones en la superficie en heridas de luz. En esta exposición hay piezas, las "Grafías", antes de la luz y de gran calidad e intensidad plástica, que pueden ilustrar bien sobre eso.

El brillo de joyería y la indudable fascinación que producen estas obras no deben dejar en la sombra su verdadera dimensión artística, el talento creativo y el dominio en el manejo de los elementos plásticos que acreditan, con independencia de que forma, espacio y color tengan origen y comportamiento tan novedoso. En cada obra hay solo una fuente de luz para toda la estructura construida con los hilos de fibra óptica, y es el manejo de los hilos para buscar su disposición en el espacio lo que determina el grado de luz que reciben y en qué medida y dirección la reflejan lo que produce tanto fulgores como sutiles armonías de luces y sombras. Imagino a Pablo Armesto manejando los hilos, las líneas, con la delicadeza y la sensibilidad táctil con la que el guitarrista pulsa y prueba las cuerdas de su guitarra. Uno buscando la perfección del sonido, el otro la belleza y emoción estética, que en este caso han nacido de un compromiso entre el arte plástico y la tecnología.

Importante y muy atractiva esta exposición del artista asturiano que pasa por un momento de plenitud creativa, también ratificando con su inclusión en el elenco de la Marlborough, aunque presentada esta última obra por su galería gijonesa, Aurora Vigil- Escalera, que también la ha llevado a lo largo de los últimos meses a ferias de arte de Madrid, Marbella, Lima y Lisboa.

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