A nadie del barrio se le pasó por la imaginación allá por los años 90 que un conocido entrenador de La Calzada, llamado Badín, fundase un club con la fusión de otros dos: el Balonmano La Calzada y el Riscar con un equipo mixto que luego con el paso del tiempo se fue decantando más por las féminas hasta la actualidad convertirlo en un equipo de alta competición que con su ascenso el domingo pasado ha llegado a lo más alto de la élite nacional. Hubo muchos equipos antes: juveniles, cadetes, infantiles, alevines, benjamines... cuando llegaron al club primero Pepín de Deus, conocido entrenador de la zona y más tarde Diego Lafuente quien es ahora el entrenador del primer equipo y el que le llevó a lo más alto.
Así nació el rival del otro gran equipo local, el Balonmano Gijón. De su gran rivalidad estos años surgió la competitividad y de ello la mejora de ambos. El Balonmano Gijón ya estuvo en la máxima categoría varias temporadas y ahora llega La Calzada, vamos a ver por cuantos. Esperemos que muchos. Hace unos nueve años se eligió presidente a Miguel Álvarez, conocido industrial local que dotó al club de una estructura profesional que no tenía y le dio además la estabilidad económica que tanto necesitaba. Años más tarde consiguen el patrocinio de una gran empresa gijonesa, Mavi Nuevas Tecnologías, y comienza una nueva etapa con el máximo de ambición deportiva y con la mentalidad de intentar el ascenso. Hace solo cuatro temporadas acabaron la liga quintos de España, hace tres, cuartos, el año pasado terceros y en esta primeros, campeones de España y ascenso a la División de Honor. Los fichajes de este año: la central Marriza, la portera Merche Fernández y la lateral Agus López y por supuesto el gran trabajo de sus técnicos Diego Lafuente y Luis Magallanes han dotado al equipo de un balonmano rápido y efectivo. A ello hay que añadir la gran temporada de las chicas de casa: Fanny, la capitana Alejandra, Vanesa, Niki, Pevida, Celorio, Carla, Alba, Pevida, Noelia y Nuria y sobre todo la vicecapitana Marga que está en el mejor momento de su vida deportiva. Ahora toca celebrarlo por todo lo alto con la afición y las instituciones y luego, pronto, más bien muy pronto tienen que ser las primeras en ponerse a trabajar para afrontar la difícil temporada que se avecina. El trabajo serio este verano deberá facilitar la permanencia el año que viene, apuntalando la actual plantilla que es bastante buena, pero que necesita de los retoques necesarios para que no pase como en Oviedo, que ha tenido un año muy desafortunado y acabó perdiendo la categoría. El ascenso del Mavi NT confirma aquello de que en Gijón también tenemos balonmano de primera.
