Mireia Belmonte acaba de tocar el Olimpo con su medalla de oro en los Juegos de Río de Janeiro la pasada madrugada en los 200 metros mariposa. Se une a la presea de bronce en esa misma cita olímpica, pero en los 400 metros estilos, y aún le resta otra prueba más por nadar: los 800 metros libres. Toda una "estrella" del firmamento español a base de duro trabajo y años de preparación y entrenamientos, a la que sólo le falta conseguir algún día el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, dado que hasta la fecha no pudo conquistarlo -fue finalista en las dos últimas ediciones-. Y, además, estrechamente vinculada a la comarca del Oriente asturiano, en concreto con la villa de Arriondas (Parres), gracias a su novio, el piragüista olímpico Javier Hernanz Agüeria.
Mientras se reabre el "melón" sobre supuestos cambios de fechas para futuras ediciones del Descenso Internacional del Sella; mientras el área de influencia se encuentra petado de turistas por todas las vertientes asturianas; mientras la segunda quincena del pasado mes de julio fue la más animada de la última década, pese a la crisis económica; mientras el gentío aumenta el consumo con respecto a otros veranos anteriores; mientras los hosteleros y hoteleros, la inmensa mayoría, se frotan las manos y la que te rondaré morena,??.Sin duda alguna, la actualidad en esta semana, y con el largo puente festivo de Nuestra Señora a la vuelta de la esquina, la acaparan los Juegos Olímpicos de Río y nuestros representantes en esa cita, entre ellos, cómo no, Javi Hernanz, quien este inminente fin de semana intentará pelear por las medallas en K-4 1.000 metros.
Dicho esto, y retomando el dilema de los Premios Princesa de Asturias de los Deportes, creo que no sorprendería a nadie -excepto a los envidiosos de turno- que la "reina" Mireia Belmonte con cuatro medallas olímpicas, de momento, en su laureado palmarés, además de otras trece preseas en diversos Mundiales y otras veinticuatro en diferentes Europeos, sea merecedora de ese importante galardón. En 2014, se lo llevaron los hermanos Gasol; y en 2015 recayó en el pentacampeón del mundo de triatlón, el gallego Javier Gómez Noya, al que un accidente mientras entrenaba le apartó de su carrera por la medalla olímpica, por lo que no participó en Río. Eso sí, ojalá no se saquen de la chistera -el jurado me refiero- para el 2017 que Iker Casillas, por ejemplo, "se jubila" y deben distinguirle una vez más sobre el estrado del Teatro Campoamor de la capital carbayona; o que, sin ir demasiado lejos, Messi o CR7 atesoran no sé cuántos "balones de oro" y equis "botas de oro".
Hoy por hoy, Mireia Belmonte es el auténtico icono del deporte español, y encima mujer, por lo que no creo existan muchas dudas para decantarse por esa candidatura en el supuesto de que vuelva a ser presentada a los Premios Princesa de Asturias de los Deportes en su próxima edición de 2017, pese a que todavía no se entregaron los del presente ejercicio. Y conste que me hubiese gustado un montón que en su momento fue galardonada otra nadadora de este país, en este caso aragonesa y paralímpica: Teresa Perales que acumula un total de veintidós 22 medallas (seis de oro, otras seis de plata y diez de bronce) obtenidas en los últimos cuatro Juegos Paralímpicos, a la espera de lo que depare su actuación en los de Río de Janeiro. La verdad, resulta difícil contentar a todo el mundo, aunque espero, y deseo, que nuestra campeona olímpica vea reconocida su brillantísima trayectoria deportiva aquí, en Asturias.
