No se podía decidir la Vuelta Ciclista a España 2016 en Asturias, pero sí se podía demostrar que Asturias es para la Vuelta el condimento más sabroso que puede ofrecer nuestro país a la ronda ciclista, ya sea en el primer plato -la primera semana-, en el segundo o en el tercero, que este año llegará cuando los ciclistas inviertan las pocas fuerzas que les queden en Castellón, Valencia y Alicante. Los más de tres millones de espectadores que siguienron en TVE los finales del Naranco y Los Lagos son muchos millones y hablan por sí solos de la importancia que tiene para todas las partes que la Vuelta pase por Asturias.
No podemos olvidar que cuando las imágenes de la etapa de Los Lagos de Covadonga de 1989, que ganó Álvaro Pino con Pedro Delgado de líder, llegaron hasta el Vaticano, el Papa Juan Pablo II decidió ver dichos escenarios en directo en su visita del 20 y 21 de agosto. El golpe publicitario o de promoción fue tan importante como lo fueron este agosto las imágenes de los Juegos Olímpicos de Río en todo el mundo. Si a eso le sumamos la mítica frase de "Asturias Paraíso Natural" y la continuidad y ampliación en busca de nuevas cumbres como el Angliru o La Farrapona, por ejemplo, sabremos lo que significa Asturias para el deporte.
Javier Guillén, director de la Vuelta, agradeció a la afición asturiana o a toda la que subió al Naranco y a Los Lagos su presencia. El objetivo está más que cumplido. Ahora toca ampliar el círculo. Guillén sabe que queda territorio por descubrir, puertos importantes por pisar y tiene informes sobre todo del occidente asturiano.
Y el Occidente debe ser y será el próximo objetivo turístico-deportivo del ciclismo. Con que la Junta de Castilla y León asfalte unos siete kilómetros, a la Farrapona en Somiedo se podría subir dos veces. Pero con ir a Allande y a Cangas del Narcea, el éxito también estaría asegurado y Asturias promocionaría un territorio muy especial que lo necesita. Ya tienen información escrita y gráfica Guillén y Fernando Escartín en su despacho de los puertos de Allande, con una subida-muro parecido a la Bola del Mundo en mismísimo centro de la Pola, y con un trazado posible que suma puertos muy exigentes, al más estilo Tour de Francia. Y también sabe de la subida al Acebo, de la que habla mucho y bien Luis Pasamontes.
El ciclismo y el deporte es turismo. La Vuelta lo sabe. Llevo muchos años intentando convencer a Ángel María Villar, presidente del fútbol español, que el fútbol también es turismo y que deben facilitar la presencia de aficionados del equipo visitante en los estadios. Javier Tebas desde la Liga de Fútbol Profesional sabe muy bien lo del turismo y la inversión de patrocinio en el mundo entero. Los últimos en apuntarse al binomio deporte-ciclismo-turismo han sido los responsables de la Xunta de Galicia.
Asturias debe seguir montada en la bicicleta y en la promoción turística que ésta trae consigo. Sobre todo, porque como no me cansaré de repetir, hay gente (técnicos, directivos y ciclistas) en el Principado de Asturias que trabaja muy bien por el deporte del pedal, que cuida la cantera, que aporta sus conocimientos y que muy posiblemente no pueda ser igualada en estos instantes de pocos equipos y escasos ciclistas profesionales nacionales por los de otras comunidades de nuestro país. Asturias lo tiene todo.
