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Fondo Norte

Ha llegado el tiempo de coger carrerilla

Rota la racha de cinco derrotas consecutivas, el Sporting tiene que recuperar la normalidad

Al Sporting le ha llegado el tiempo de coger carrerilla, conclusión que se alcanza tras los dos empates consecutivos que rompen con la racha de cinco derrotas consecutivas, que preocuparon, y mucho, al amplio mundo rojiblanco. Conclusión que se alcanza con un simple repaso al calendario que viene, con parón por las selecciones incluido, que pone en el camino del Sporting a equipos de potencial parecido. Habíamos quedado que no hay partidos de una Liga que es del Sporting y partidos que son de otra Liga. El empate ante el Sevilla es la prueba de que no hay más que una Liga y las frases hechas y tópicos son ganas de enredar.

El Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, tiene aspectos de su juego manifiestamente mejorables. Para empezar, y a riesgo de una comparecencia pública cargada de insultos, será conveniente que el portero titular mejore su juego con los pies. No se pueden perder tantos balones por imprecisiones en los envíos largos, que acaban en los pies de los contrarios o fuera del campo. Esas cosas se entrenan. Eso sí, los gestos de disculpa tras los fallos son de los mejores del campeonato español.

Otro aspecto a mejorar es la capacidad de remate, que se recuperó el sábado pasado, pero que sigue siendo muy corta. Cop, por razones que se desconocen, se ha convertido en un jugador anónimo porque apenas aparece en el juego, y no digamos en el remate. Viguera apareció, aunque impreciso a la hora de la finalización de las jugadas. Se ve que el gran timonel apuesta por ambos para el equipo inicial en una decisión valiente que ha de salir bien porque no se pueden fallar tantas ocasiones como el sábado y la del final de Granada, que tardará mucho en olvidarse.

El equipo tiene, asimismo, que aprender a gestionar los finales apretados. Ha de hacerse con el balón y tirar de oficio para dejar que corran los minutos del descuento. El final ante el Sevilla fue más angustioso de la cuenta porque no hubo nadie que se hiciera con el balón, lo llevara a la esquina del campo contrario y provocara saques de esquina o de banda para volver a empezar y para mantener la posesión. En los minutos finales no tiene sentido rifar el balón o sacar desde la esquina en largo.

La realidad nos dice que el Sporting tiene que recuperar la normalidad, ganando los partidos del Anfield del Piles ante rivales de parecida potencia y puntuando en desplazamientos a campos de rivales parejos. Pongamos que hablamos de La Rosaleda malagueña, donde los de Juande Ramos no acaban de explotar, aunque golearon al Leganés y marcaron dos goles en el Calderón, que ya son goles. Por fin parece claro que el Sporting es mejor que varios equipos, algunos ahora mismo mejor clasificados.

Resulta que hoy es martes, aunque esto siga sin ser Bélgica, ni siquiera Valonia, día muy adecuado para mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué opina Esuperio del partidazo que despachó Canella ante el Sevilla después de meses sin pisar un campo? No quiere decir nada. Próxima parada, Capuchinos.

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