La noche del lunes no trajo buenas noticias para el mundo rojiblanco desde La Coruña, donde la Real Sociedad se llevó la goleada del Cantábrico de cada temporada. La pasada fue en Gijón; la de ésta, en Riazor, donde querían salir del descenso, y salieron. La Real, que en el Anfield del Piles pareció una versión blaquiazul del mejor Barcelona, dio pena, penita, pena el lunes. Ni cuando se colocó en el tres a uno dio la impresión de poder cambiar el signo de un partido que ha devuelto al Sporting a las tres plazas de la condenación. Pero la salvación, damas y caballeros, sigue a un punto, como durante toda la pésima racha reciente. La vuelta a los puestos de descenso demuestra que la cuestión, el tema, el asunto de la permanencia no se resuelve en una semana, sino que hacen falta muchas para ello.
Así las cosas, tras el descanso en el martes festivo, el Sporting comienza hoy a preparar el partido de Cornellá, donde espera un Espanyol en racha. Las rachas, como ha demostrado el equipo del gran timonel, se terminan; las buenas y las malas. El Sporting tiene que entrar en una buena que no se puede cambiar por las cercanas vacaciones navideñas.
El partido de Cornellá ha de ser el de la consolidación del nuevo sistema que ha implantado, por fin, el gran timonel. La ocupación de los espacios es mucho mejor ahora y las capacidades defensivas y ofensivas han crecido exponencialmente. Se ataca mejor con la llegada desde atrás de defensas y centrocampistas que con dos y hasta tres delanteros parados en espera de balones imposibles. Se supone que el debate se habrá cerrado, aunque ya se sabe que en cuestiones futbolísticas todo puede suceder.
Tanto es así que las lupas y los bisturíes se ponen, por ejemplo, sobre el desempeño de un Barcelona que no pudo superar a un Madrid que jamás se rinde y que sigue a seis puntos. Los finos analistas del mundo azulgrana descubren que al equipo de Luis Enrique le falta juego por las bandas porque, a ver, Sergi Roberto está muy lejos de ser Dani Alves, y Jordi Alba ha sufrido un notable bajón en su rendimiento. Las bandas, esas zonas vitales en el fútbol de hoy, de ayer y de siempre. Los cuatro grandes del fútbol español están metidos de ayer a hoy en el cierre de la fase previa de la Liga de Campeones, que no volverá hasta febrero. Las cuentas estarán bien echadas, se supone, para los que pueden elegir entre ser primeros o segundos de grupo. Hay rivales durísimos en el bombo de los segundos, que se evitarán precisamente quedando segundos, como si los campeones de grupo fueran una especie de pan comido por usar una definición que ha pasado de moda. Tiene su miga la Liga de Campeones, el mejor escaparate del fútbol mundial.
En el regreso a las grandes praderas rojiblancas no queda otra que mantener las buenas costumbres; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué alto cargo del Sporting sostiene que el club ha de fichar en enero un extremo antes que un pivote? ¿Qué alto cargo sostenía antes del partido del domingo que el entrenador estaba perdido y, sin embargo, ahora dice que es el mejor? Próxima parada, Capuchinos.
