Los que no querían calificar de finales partidos de enorme relieve a jugar por el Sporting se han dado de bruces con las verdaderas finales de una temporada más que floja. Hubo quien dijo no hace mucho que el calificativo de finales era una invención de los medios informativos, habitualmente culpables de todos los males que en el fútbol han sido. No querían finales y se encuentran con que el Sporting o gana el partido de esta noche ante el Málaga o ya puede ir encargando la vestimenta de la Segunda División. Ahí es nada, damas y caballeros, señoras y señores diputados.
El Sporting llega al verdadero partido del año con una amplia lista de bajas a la que, por lo que se va viendo, no se le ha dado mucha importancia. Lesiones y tarjetas obligan al caporal rojiblanco a buscar soluciones para cubrir las ausencias. A la vista de la escasa reacción ante las numerosas bajas habrá que recordar aquella frase del inolvidable Alfredo Di Stéfano cuando dijo que la Liga española estaba llena de futbolistas japoneses porque casi todos parecían iguales. Puede que la invasión japonesa ("Tora, tora, tora") haya llegado al vestuario rojiblanco, que alberga desde ayer a primera hora de la tarde un busto de Anselmo López, considerado primer presidente del club, aunque historiadores del mundo rojiblanco matizan esa consideración. En cualquier caso, figura señera del más que centenario club.
Japoneses o no, los jugadores del Sporting saben, como los del Málaga, lo que se juegan hoy. Los andaluces de Míchel, Luis Hernández y Torrontegui tanto lo saben que han adelantado el viaje para que los jugadores lleguen lo más descansados posible al partido. La planificación anterior reservaba el viaje a la mañana de hoy, pero Míchel ha decidido cambiarla y desplazar a los suyos la víspera del partido. El Málaga se ha metido en el lío, y más que lo estará si hoy pierde en el Anfield del Piles. Por cierto, que diría García Ferreras, Míchel formaba parte de la plantilla del Real Madrid cuando estuvo en ella el defensa central Ruggeri, quien se dedica a desmenuzar sus memorias por capítulos. El defensa central argentino habla pestes de aquella plantilla, que lo recibió al grito de "otro sudaca de mierda" y que vivía unas tensiones internas "como nunca vi en otro vestuario". Qué cosas.
Pero queda claro que lo importante hoy no es lo que pasara hace años en el vestuario blanco, sino lo que suceda hoy en el césped de El Molinón. El Sporting volverá a subirse a los hombros del hijo de Burguillos del Cerro, provincia de Badajoz, que se ha convertido en el líder indiscutible de la ofensiva rojiblanca. Si el que dice llamarse Burgui tiene una noche feliz, que tiemble el fútbol costasoleño, conmocionado por la denuncia de que la esposa de Arnau, director deportivo del Málaga, ha insultado gravemente a un árbitro en un partido de las ligas menores. El de esta noche es partido de ligas mayores, de grandes ligas..
Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿tiene idea Esuperio de cuántos jugadores rojiblancos están en el mercado, al margen de los resultados finales del equipo y sus circunstancias? Próxima parada, Capuchinos.
