En el descuento de Alcorcón logró su gol el Lugo, que lo ha llevado a la segunda plaza, con derecho a la cocina del ascenso, y ha mandado a la tercera plaza al Sporting, que ya se prepara para el partido de la tarde del domingo en Vallecas. Después del reciente frenesí, unos días para recuperar la normalización y la calma porque el rival próximo viene de los nueve puntos, las tres victorias, que ha sumado en el reciente tramo pasado. El Rayo Vallecano está, sin duda a la vista de los resultados, en gran momento. Va a ser una prueba de peso para un Sporting que no pierde el pie en esta superigualada competición. A estas alturas del campeonato nada está escrito, ni por la zona alta ni por la baja y han de pasar semanas hasta que las cuestiones más relevantes queden aclaradas.
La jornada, por lo demás, ha servido como casi todas para que se destapen cuestiones más o menos relevantes. La más relevante, sin duda, es la relacionada con el futuro del Barcelona, que puede entrar en quiebra si desaparece de la Liga española. Lo han confesado sus directivos en la comida oficial con sus colegas del Atlético de Madrid: en caso de salida de la Liga, los jugadores pueden quedar libres a coste cero. De ahí, posiblemente, las razones por las que Messi se resiste a firmar la renovación acordada de su contrato. Los patrocinadores se irán y la Liga de Campeones será un imposible. Éste es el panorama pintado por los propios directivos azulgranas. Panorama panadero, distinguido público.
Otra anécdota, ésta de menor cuantía, pudo ser la orden que le dio Modric a Isco en el banquillo de Getafe, que saliera a calentar. Fue un gesto más de deseo que de realidad a la vista del atasco que sufría el Madrid en el partido que le ha servido para reducir distancias con el líder gracias al pase que Isco dio a Cristiano para que marcara el gol de la victoria. Modric acaba de hacer unas declaraciones en las que pone por las nubes a Zinedine Zidane, por lo que no parece que el gesto fuera una descortesía hacia el entrenador.
La jornada ha desvelado que el veterano Rainieri sigue en una forma espléndida: tiene tercero al Nantes, logro de incalculable valor para el modesto club francés. Este Rainieri demuestra en cada cita que es un entrenador de los grandes, aunque haya tenido que pelear en clubes modestos, con innumerables inconvenientes. Los entrenadores de larga trayectoria tienen un mérito añadido que ha de ser admirado, como es el caso del italiano. Grande Rainieri.
Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué ha sido de los grandiosos héroes del Telemark; por qué han desaparecido de la faz de la tierra? Próxima parada, Capuchinos.
