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El preparador físico

Corría el año 1970, y una eminencia irrumpía en el fútbol. Alguien que hablaba del deporte de una forma distinta, y que en sus clases a aquellos primeros alumnos del INEF, estaba forjando a una serie de profesionales en la preparación física, materia desconocida para muchos, y poco asumible para entrenadores escasamente preparados para desarrollarla. Partiendo del atletismo como base importante, fue capaz de hacerse oír al aplicar parámetros hasta entonces desconocidos. Era Carlos Álvarez del Villar. Persona que marcaría una época en la materia. Poco a poco, y simplemente con la fuerza del raciocinio, fue reconocido por su trabajo constante. Desde el Rayo Vallecano, donde ejercía su trabajo con los de Vallecas en la Casa de Campo, hasta llegar a ser nombrado preparador físico de la selección española, con Miguel Muñoz como seleccionador. Poco duraría en el cargo, porque no es persona de aferrarse a lo fácil. Con motivo de la Eurocopa de 1984 en Francia, y tras la derrota de España ante Rumanía, en el primer partido, realizó una autocrítica profunda y consideró que su trabajo podía ser una de las causas de la derrota. Tras el análisis de la situación, abandonó el cargo.

Autor de innumerables libros sobre la preparación física, publicó el libro considerado el mejor manual sobre la materia titulado "La preparación física del fútbol basada en el atletismo". Un bombazo para todos los profesionales, que un primer momento lo acogieron con escepticismo, para con posterioridad ser reconocido como indispensable en cualquier biblioteca particular, así como texto en las distintas escuelas de entrenadores de las diversas especialidades del País. Ha sido profesor de innumerables cursos, reclamado para participar en importantes congresos, tanto en España como en el extranjero, donde siempre dejó huella de su sabiduría. La docencia de Carlos Álvarez, la llevan dentro de sí infinidad de alumnos que bebieron de ella, y a la vez la han dado a sucesivas generaciones.

El firmante escribió en su día un artículo, en estas mismas páginas de LA NUEVA ESPAÑA, que se titulaba "¿Se trabaja suficiente en el fútbol?". Denunciaba, que había técnicos que dedicaban más tiempo a las ruedas de prensa, que a los propios entrenamientos. Gracias a la aparición de los preparadores físicos, el trabajo se incrementó. Ahí ya referenciaba a Carlos Álvarez del Villar. Pues bien, gracias a la Asociación de Amigos del Deporte, creadora de los premios Delfos, se ha hecho justicia con él. En su XXV edición, han tenido el acierto y la generosidad, de premiar y distinguir con el "Delfos Nacional", a una persona importante, fundamental en la preparación física en el deporte, y que ha colaborado de una forma humilde y callada en el engrandecimiento, desarrollo y progreso del deporte español. Por ello, mi agradecimiento a la citada Asociación, y mi felicitación y enhorabuena a la personalidad de Carlos Álvarez del Villar.

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