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Fondo Norte

Tiempo de declaraciones y confidencias

Fernando Hierro vuelve a la Federación y no se encuentra con la antigua oposición de Luis Aragonés

Los parones ligueros por los partidos de selecciones suelen dar mucho juego en declaraciones y confidencias. El que vive la Primera División española está resultando de lo más productivo. Tomó la palabra el gran pensador Sergio Ramos, el hermano de René, para anunciar que le abre las puertas del Real Madrid nada menos que a Neymar, que acaba de aterrizar en París tras el traspaso más caro de la historia del fútbol. Ramos también aprovecha el momento para introducirse en la política nacional y afirmar que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, es un fenómeno cuando duerme. No seremos nosotros quienes cerremos a los futbolistas el derecho a opinar, pero el capitán de la selección y del Real Madrid podría manejarse con mayor tino en el mundo de la vida pública. A los campos de fútbol acuden aficionados de todas las ideologías y no hay que molestar a ningún grupo de ningún color.

Las confidencias pasan por Fernando Hierro, que va a volver a su cargo de director deportivo de la Federación. Resulta que el nombramiento ha contado con el visto bueno de Ángel María Villar, presidente defenestrado, pero que se ve que sigue mandando mucho por el caos jurídico en el que se ha metido la destitución. Ahora se sabe que la primera llegada de Hierro a la Federación contó con la feroz oposición del entonces seleccionador Luis Aragonés, que tenía la colaboración especial del entonces capitán Iker Casillas. Luis no quería a nadie que le pudiera hacer sombra y Casillas se cobraba la factura de la presión de Hierro y Raúl a Del Bosque para que mandara al portero al banquillo en la temporada del gol de Zidane en la final de la Liga de Campeones. Total, que en la primera concentración de la selección, Luis echó del autobús del equipo al nuevo director deportivo, que se las fue arreglando para ocupar su puesto con todo el poder posible. Seleccionador y director deportivo acabaron mal y Luis se fue enfadado con el mundo y, por supuesto, con Hierro.

En los territorios más cercanos, los rojiblancos, serenidad en la preparación del partido de pasado mañana ante el Valladolid, que tiene mejor pinta que la del cero a tres ante el Nàstic, el fin de semana pasado. Por lo que se va viendo hay facturillas pendientes por parte y parte, lo que no extraña a la vista de las muchas relaciones que tienen ambas plantillas. Eso puede que dé morbillo a un partido ya cargado de interés, sobre todo para un Sporting obligado a ganar dos encuentros seguidos en su campo, logro que era casi imposible en los viejos tiempos. Por cierto, si pregunto, ¿molesto?: ¿sabe Esuperio qué opinan los ausentes héroes del Telemark de los planes rojiblancos para enero? Próxima parada, Capuchinos.

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