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Liga acordeón

El Oviedo se mantiene cerca del play-off y con la sensación de que la plantilla aún puede dar más

Si hace tres semanas, en el descanso del partido frente al Lugo, nos dicen que el Real Oviedo estaría a cuatro puntos de los puestos del play-off seguro que más de uno habría firmado con los ojos cerrados porque el panorama tras aquellos primeros 45 minutos era inquietante. Resulta que tras quitar de en medio dos salidas consecutivas, los azules están a tiro de piedra del pelotón cabecero. Así es la Segunda División, igualada como pocas, y larga, muy larga... No hay noticia de que algún equipo haya logrado el ascenso en enero en toda su historia y tal parece que esta temporada tampoco habrá un equipo que se escape en la clasificación, como ocurrió la temporada pasada con el Levante.

Así las cosas, lo mejor para el equipo azul cuando ya se ha cumplido el primer tercio del curso liguero es que está ahí, en la pomada, con la sensación entre su parroquia de que la plantilla no ha desarrollado, ni de lejos, el potencial que se le presuponía, ya sea por las lesiones que han padecido jugadores llamados a ser protagonistas como el keniata Mariga, el húngaro Hidi o el italiano Fabbrini o mas recientemente Toché, o porque el equipo ha flaqueado en el que se creía era su punto fuerte en la pretemporada, la actitud defensiva de todo el conjunto. Cuando en 15 partidos eres el tercer equipo más goleado, solo mejor que el colista, el Córdoba, y que un recién ascendido, como la Cultural, no cabe echar la culpa a los jugadores de atrás sino más bien a la debilidad defensiva del "once" que está sobre el terreno. Tenerife, Sporting, Cádiz, Granada han estado en la zona alta pero como si de una liga acordeón se tratara al poco tiempo han deshinchado.

A estas alturas, preocupa bastante más que la situación en la tabla la falta de una fiabilidad que, ciertamente, pocos equipos de la categoría demuestran cada siete días.

El debate de esta semana ha sido el de la portería. Bienvenidas sean este tipo de preocupaciones en una institución que las ha pasado canutas de verdad no hace mucho. Se cuestiona a Juan Carlos, que no será ni el primero ni el último en pasar por este tipo de situaciones. Es la ley del fútbol y si no ahí tienen el caso de jugadores top que lo han sido todo y no se les perdona un mes de "ausencias" o no ser los salvadores un partido sí y otro también. La suplencia forma parte de la normalidad del fútbol y como tal hay que tomarla si, llegado el caso, el míster opta por hacer cambios en bien del equipo. Pero la decisión profesional, con mayor conocimiento de causa del que pueda creer tener la afición, corresponde a Juan Antonio Anquela. Los elegidos por el entrenador serán la mejor opción porque el técnico jienense es el primer interesado en la buena marcha del negocio. O acaso alguien lo duda.

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