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Buenas vibraciones

El buen regusto del triunfo del Sporting y la confianza en que se mejore la imagen a domicilio

Javier Tebas, el nuevo Mario Conde de la banca del fútbol, todo lo acapara: titulares, sueldazo y poderosas compañías. El líder de la Liga de los millones debería ofrecer una opción más, para espectadores despistados: "¡Abónate a las diez últimas! La emoción de Segunda a Primera en diez jornadas apasionantes". La Segunda es el gran descubrimiento de esta temporada. La liga de plata es un valor en alza. Una segura inversión para chinos, árabes y gentes de buen invertir. Aquí hay emoción garantizada. La semana pasada todo empezó el viernes en El Molinón y finalizó, pongamos por ejemplo, en el Nuevo Arcángel cordobés. Un Sporting-Osasuna que dejó unas buenas vibraciones en el césped y las gradas. La euforia afectó a la cabeza y al estómago, cenando como hacía tiempo que no hacía el hincha rojiblanco: "¡Ponme otra chaval! ¡Ya tenemos ahí la Primera, al Oviedo y a la madre que me parió! ¡Qué noche la del pasado viernes!"- Cambiando bebidas y viandas, en Córdoba pasaron, como diría un cursi, por un carrusel de emociones. "¡Gol del Córdoba!", y Sandoval saltaba por allí como lo hacía por aquí en contadas ocasiones. Eso sí, el míster madrileño ganaba un partido para la esperanza, compartida por los sportinguistas: el Valladolid, otro aspirante a subir, caía al final, después de fallar un penalti. Cuando lo tenía todo a favor surgió un tal Guardiola (Sergi) -sin lazo amarillo- y devolvió los cordobeses la fe para mantenerse en la categoría.

¿Y el Rayo-Huesca del sábado? Vallecas lleva fatal ser de Segunda, con vecinos en Leganés o Getafe jugando de iguales con el Madrid o poniendo en apuros al mismo Messi. Los vallecanos celebraron su victoria como si fuera una final. Entregados a sus nuevos referentes: Raúl de Tomás -qué nombre tan taurino- y Embarba-tan macho alfa- levantan pasiones en el barrio "ultraizquierda". Juntos pueden regresar a la Liga de la banca. Madrid lleva camino de imitar a Londres con media Premier en su área metropolitana. Algún día el área central de Asturias será conocida por sus dos equipos en zona de ligas europeas. En Liverpool tienen dos clubs -muy históricos ellos- los rojillos de Anfield y los azules del Everton, en una población similar a nuestro centro autonómico. Si ellos se mantienen entre los grandes del fútbol inglés, quién asegura que las nuevas generaciones del ALVIA cangrejo o el SUPRA no vayan a regresar cada fin de semana a casa para ver en El Molinón y Tartiere a los grandes de LaLiga y Champions. Soñar aún no necesita peaje ¿o sí?

Volvamos al presente, a la pura realidad. Alegre para "la Mareona" (versión fluvial) que seguro viajará por la Ruta de la Plata con destino al barrio de Nervión, cercano al río Guadalquivir. Lacita entre el último de la fila, el filial del Sevilla, y el Sporting será en el Mareo de los sevillistas. El próximo domingo con nueve fijo o sin él, para sustituir a Santos, Baraja tiene opciones variadas para atacar a un rival que tampoco tendrá en el once a su referencia ofensiva. El local juega, habitualmente, ante familiares, amigos y poco más: no hay presión ambiental enfrente. Es un escenario similar al último en Lorca, pero sin las mil y una tretas de Fabri y sus veteranos. La otra cruda realidad la vive el Real Oviedo que también se la juega, en viernes, ante un filial, Barça B, con refuerzos de pago y cesiones de lujo que salió a golpe de talón en el mercado de invierno de la zona de descenso. ¿Está la Masía en crisis? Viaja alternando el toque exquisito con las pájaras habituales de estos equipos nodrizas. ¿Habrá buenas vibraciones azules en el Tartiere? Que Asturias no pierda la ola buena este fin de semana.

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