Según las previsiones la exposición "Memoria", dedicada a la historia de la Universidad Laboral de Gijón, cerrará sus puertas mañana 31 de agosto y se desmantelará. Si el sentido común hubiese imperado en las obras llevadas a cabo en la Laboral durante la pasada década, nunca se hubiese intervenido el teatro sin eliminar primero sus goteras, igual que nunca se hubiese rechazado instalar en el recinto la residencia universitaria del campus gijonés o nunca se hubiese desfigurado la fachada norte del patio para instalar el casetón de un ascensor. Pero todo eso se hizo.
Ahora es el momento de evitar volver a caer en otro nuevo sinsentido, manteniendo permanentemente esta exposición como un complemento esencial para conocer la historia del edificio y para comprender su modelo educativo y social. Dejar a la Laboral sin "Memoria" sería otro desatino, privando a los visitantes de la visión del importante patrimonio material e inmaterial vinculado a sus muros.
La exposición está hecha, en el recinto hay espacio disponible, su instalación definitiva no exige grandes medios... no habría por tanto explicación para que esta muestra desapareciese, salvo la falta recurrente de sentido común.
