La derecha astur que, de siempre, ha sido prudente, patrimonial y patriótica, abierta y cristiana, -bajo Toreno, Pidal y Canillejas-, al volver la "democracia" antefranquista al menú diario del edén, por obra de un ministro sibarita se ha vuelto promiscua, enigmática, centrífuga, agnóstica y supercaciquil?
Ya no hay contención, sino desenfreno; ni unidad, sino división; ni autoridad, sino descrédito. Todo vale para entrar, todo vale para salir, y para volver a entrar y para volver a salir. Juego político amoroso y odioso del frenético mete-saca, saca-mete...
En las Asturias, las derechas insatisfechas y promiscuas se dividieron en 1998 y de la gaviota pepera surgió el URAS farero, con farero humilde, pero marqués.
La furia de los cascos de Luarca, volvió a estallar sin Albornoz, en 2011, y de la furia del mete-saca que arruinó las URAS del Sr. Marqués de Bradomín, salió el huevo ácrata del Hormiguero.
Destrozó su hormiguero el propio Oso fundador, y con coto, pero sin Roces, ni Salvador, quedaron desnudas y desahuciadas, incautas, sin cobijo y moriyonas las pobres hormigas gijonesas.
La eterna gaviota rubia de la boina roja les ofrece ahora el volver al nido...
Eterno mete y saca, saca y mete político entre la boina y el hormigón.
