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Crítica / Arte

El vía lucis según Oteiza

El artista recrea en catorce estaciones la pedagogía de la fe que emana de la Resurrección de Cristo

Hay una nueva devoción entre los cristianos que se está expandiendo por el mundo. Consiste en celebrar la Resurrección de Jesús a través de las apariciones a sus discípulos. Como en sus vía crucis Antonio Oteiza muchas veces añade una XV estación, la Resurrección, no es de extrañar que sea uno de los primeros artistas religiosos de nuestro tiempo en generar un vía lucis, camino de la luz y la alegría.

Algunos pasajes o alegrías del vía lucis han sido representados por famosos artistas del pasado. Citamos algunos. "La Resurrección de Jesús" fue pintada por Dirk Bouts, Piero della Francesca, Fray Angélico ("El sepulcro vacío"), El Greco y Rubens. Tenemos además un Cristo resucitado desnudo de Miguel Ángel en el Monasterio de San Vicente, Bassano (Véneto) y otro semejante con paño de pureza dorado en Santa María Sopra Minerva (Roma). La aparición a la Magdalena, tema conocido como "Noli me tangere" (no me toques), fue pintado por Fray Angélico, Tiziano y Correggio. La escena de Emaús fue representada por Rembrandt y dos veces por Caravaggio. La duda o incredulidad de Tomás fue pintada por Caravaggio y esculpida por Andrea Verrochio en Orsanmichele de Florencia. Un "Pedro ¿me amas?" es obra de Rafael Sanzio. La Ascención fue representada por Juan de Flandes, Andrea Mantegna, Tintoretto y Salvador Dalí. Pintaron la caída del caballo de San Pablo y su conversión, tema que curiosamente no entra en las estaciones del vía lucis, Miguel Ángel, Caravaggio y Murillo. Una "Pentecostés" de El Greco está en el Museo del Prado.

Pero el conjunto del vía lucis persigue otros fines y por eso contiene escenas del Nuevo Testamento escasamente representadas en siglos pasados. La iniciativa del vía lucis fue propuesta en 1988 por el padre Sabino Palumbieri, profesor de Antropología en la Universidad Salesiana de Roma. Recoge y propaga la idea Egidio Viganó, rector mayor de los salesianos, que propone ser testigos del Resucitado, a la manera de los cristianos ortodoxos. Durante diez años se celebra el vía lucis en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Impulsa esta práctica religiosa Juan Pablo II en su visita del año 2000. En diciembre de 2001 se publica en el Vaticano el "Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia. Principios y orientaciones", cuyo nº 153 está dedicado al vía lucis. Extractamos algunos párrafos. "Durante siglos el vía crucis ha sido el medio de participación de los fieles en el primer momento del evento pascual -la Pasión- y ha contribuido a fijar sus contenidos en la conciencia del pueblo. De un modo análogo, en nuestros días, el vía lucis puede ser un medio para que los fieles comprendan vitalmente el segundo momento de la Pascua del Señor: la Resurrección.[...] El vía lucis puede convertirse en una óptima pedagogía de la fe, porque, como se suele decir, "per crucem ad lucem". Con la metáfora del camino, el vía lucis lleva desde la constatación del dolor a la esperanza de alcanzar la verdadera meta de los seres humanos: la liberación,la alegría, la paz, valores esencialmente pascuales. [?] En una sociedad con frecuencia marcada por la "cultura de la muerte", con sus expresiones de angustia y apatía, el vía lucis es un estímulo para establecer una "cultura de la vida", una cultura abierta a las expectativas de la esperanza y a las certezas de la fe".

Veamos ahora las estaciones del vía lucis y cómo las ha plasmado Antonio Oteiza en su versión de Gijón (Cerámica Laguía, 2010), coloreado al acrílico por Tato Estrada.

1.- Ha resucitado. Mateo 28, 1-7. El ángel de blanco, sentado sobre la losa redonda que cerraba el sepulcro, anuncia a las mujeres que Cristo ha resucitado.

2.- El encuentro con María Magdalena. Juan 20, 10-18. Ella a los pies del Cristo. Al fondo el sepulcro con la piedra roja.

3.- Id y avisad a mis hermanos. Mateo 28, 8-10. Todo muy directo. El Cristo frente a cinco mujeres. "Avisad...Me verán en Galilea".

4.- Los soldados anuncian lo sucedido. Mateo 28, 11-15. El anciano del Sanhedrín, vestido de blanco, entrega una bolsa de dinero al soldado, para que diga que los discípulos robaron el cuerpo mientras ellos dormían.

5.- Pedro y Juan contemplan el sepulcro vacío. Juan 20, 3-10. El sepulcro como una línea roja dentro de la cueva, con los lienzos por el suelo. Juan deja que Pedro entre primero.

6.- En el cenáculo muestra las llagas. Lucas 24, 36-43. Jesús, de blanco, mostrando las llagas. Luego siete figuras dibujadas en el barro y otra que sostiene en la mano unos paños.

7.- Con los discípulos de Emaús. Lucas 24, 25- 32. Escena doble. Arriba Jesús con los dos caminantes. Abajo, le reconocen al compartir el pan.

8.- Les dijo. Recibid el Espíritu Santo. Juan 20, 19-23. El Cristo sopla sobre el grupo. La puerta está bien cerrada a su espalda. Les da el poder de perdonar los pecados.

9.- Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío!. Juan 20, 26-29. La incredulidad de Tomás. La puerta cerrada, Tomás arrodillado ante el Cristo y los discípulos dibujados sobre el barro, sin respetar leyes de perspectiva.

10.- En el lago Tiberíades. Juan 21, 1-7. Jesús, el lago y la barca. Cuando arribaron con la gran pesca, el Cristo les tenía preparada una barbacoa para asar los peces.

11.- Pedro, ¿me amas?.Juan 21, 15-19. Las tres respuestas de Pedro le confirman como jefe de los Apóstoles y le perdonan sus tres negaciones.

12.- Jesús encarga su misión a los Apóstoles. Mateo 28, 16-20. Dos figuras centrales: Jesús y Pedro. Luego los demás discípulos dibujados sobre el barro en dos filas superpuestas, ajenas las leyes de la perspectiva.

13.- Jesús asciende al cielo. Hechos 1, 9-11. Jesús ascendiendo y los discípulos mirando hacia arriba. Oteiza aplica el tamaño jerárquico.

14.- La venida del Espíritu Santo. Hechos 2, 1-4. Los discípulos se protegen unos a otros. Por encima el Espíritu, mitad como viento huracanado y mitad como lenguas de fuego.

Tiene Antonio Oteiza un vía crucis y un vía lucis en las paredes laterales de la iglesia de San Esteban de Gorraiz, en un barrio periférico de Pamplona. El vía lucis fue presentado en las Conversaciones de San Esteban (Salamanca) a finales del 2010, por el párroco dominico Isidoro Crespo, el arquitecto Joaquín Arellano y el propio Antonio Oteiza. En Sevilla, la Hermandad de la Sagrada Resurrección, iglesia de Santa Marina, saca un trono con el Resucitado y cinco escenas del vía lucis en el banco: la Magdalena, enseña las llagas, Tomás, en el lago y la Ascensión, obra de Francisco Buiza Fdez, 1973. Me dicen que la Hermandad practica el vía lucis.

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