Querido Javier:
Conocí la noticia por medio del diario LA NUEVA ESPAÑA del domingo 17 de los corrientes por la felicitación que te envió Fernando Canellada de tus 50 años como sacerdote, viniendo a mí memoria que nos conocimos en Avilés el año 1976 a razón de haber sustituido tú al anterior párroco, D. Mateo Baldueza Pérez, en la parroquia de Santo Tomás de Cantobery (para los avilesinos, la iglesia de Sabugo). Después de haber permanecido en ella más de 40 años, él me dio la primera comunión, y fue mi profesor de religión en el bachillerato.
Nuestra amistad comenzó primero por haber yo formado parte de la comisión económica de la parroquia, y al mismo tiempo por mi cargo municipal al tú tener que llevar a cabo la construcción de un colegio de EGB, por el mandato de la difunta Josefina Balsera, la cual dejó su fortuna al ente parroquial, y dentro del mismo la construcción del citado colegio para los niños de la parroquia con carácter gratuito.
Provisionalmente dicho colegio se instaló en el palacio que legó, para posteriormente y también por una buena benefactora, Herminia Gendín, la cual cedió a la parroquia su vivienda-chalet con su correspondiente finca en la calle González Abarca, siendo en la actualidad un centro escolar al servicio uso y disfrute del barrio de Sabugo.
Más tarde volvimos a contactar por el estado más que calamitoso en que estaba la vieja iglesia de Sabugo, con un valor arquitectónico incalculable por tener varios siglos de existencia y sin ningún tipo de conservación y mantenimiento. Por tratarse de un edificio catalogado, aparte del costo de su restauración estaba la enorme traba de su historial. Nuestra amistad fue con el tiempo acrecentándose, lo que nos llevó a comentar los acontecimientos parroquiales, entre ellos el estado de la vieja iglesia, emplazada en el corazón del barrio y más concretamente en La Plaza del Carbayo.
Como quiera que la reparación que necesitaba, amén de costosa era sumamente delicada por su gran valor arquitectónico, ello nos llevó a buscar la forma de someter sin tocar su principal físico y que los materiales a emplear fueran idénticos a los primitivos. Se acometieron las obras bajo la dirección técnica municipal, y al final cuando el departamento de Bellas Artes las vio, además de su felicitación se quedaron sumamente satisfechos.
Allí se vienen celebrando actos públicos de notable relieve: entregas de premios, conciertos, conferencias,exposiciones, etc... siendo uno de los monumentos arquitectónicos más valorados de los muchos que cuentan en Avilés, la la que para mayor orgullo de los que allí nacimos, "a lo grandon" la llamamos la Atenas de Asturias.
No quiero extenderme más, ahora que por razones de familia soy vecino de Gijón desde el año 1985, ciudad a la que tú llegaste un poco más tarde para ocuparte de la iglesia de la Villa de Gijón que esta bajo la advocación de San Pedro, donde tu presencia se nota por el buen hacer día a día, para el que lo quiera ver. Nunca perdimos el contacto y nuestra amistad siempre fue fiel, sincera y totalmente desinteresada. Por todo ello vaya para ti mi más sincera felicitación con un gran abrazo.
