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Exconcejal de Unidad Gijonesa

Miscelánea

El sacrificio humano de la contaminación, los compromisos adquiridos con el plan de vías y otros gestos

1.- Desde sus orígenes los hombres han ofrecido sacrificios humanos para aplacar la ira de los dioses. Hoy, los dioses están en su mayoría en el Ibex u otros paraísos similares y siguen exigiendo estos sacrificios humanos para no levantar sus plantas de producción y llevarlas a otro lado. Degollar a una virgen o un efebo o lanzarlos a un cráter, hoy, estaría mal visto, así que simplifican las cosas y los envenenan poco a poco, lo llaman contaminación aunque niegan que exista. Es mas civilizado y mas efectivo. No es preciso elegir a una víctima en concreto, con el trabajo que nos cuesta en este país elegir, y además los sacrificios, aunque son mucho mas numerosos, pasan desapercibidos.

2.- Dice la alcaldesa, según leo en este periódico: "Claro que queremos un 'Central Park' pero tenemos que ser conscientes de nuestras responsabilidades. No va a llegar el Estado para decir que se hace cargo del dinero de la obra sin sacar nada de la venta de terrenos". Tenemos que ser conscientes de más cosas señora alcaldesa: El estado no fabrica dinero, lo recauda de los ciudadanos y por tanto estos pueden decidir qué hacer con lo que es suyo. El compromiso al que se refiere la Alcaldesa se firmó en una época en la que el imperio del ladrillo estaba en lo más alto. No fue una operación para los ciudadanos, fue una operación especulativa típica del bipartido. Hoy las cosas han cambiado radicalmente y es razonable pensar que aquel acuerdo se puede cambiar por otro más favorable para la ciudad y los ciudadanos que, por ejemplo, devuelva la estación al centro. El acuerdo firmado es hoy en día irrealizable. Otros acuerdos mas favorables se han firmado en otras ciudades ¿Por qué no en Gijón? Ponga su granito de arena señora alcaldesa, no renuncie a nada.

3.- En El Molinón hay racismo, lo ha habido siempre y lo seguirá habiendo aunque cierren el fondo sur. La reacción de los espectadores cuando la megafonía advertía que no se iban a tolerar hechos como los que se produjeron con el jugador vasco no fue la ideal, muchos aplaudimos, pero demasiados hicieron gestos condenatorios del mensaje recibido, y los silbidos cada vez que el jugador vasco cogía el balón no venían únicamente del fondo sur. Dicho esto, en el fondo sur hay una acumulación de impresentables que deben de ser expulsados del Molinón; a los sonidos guturales del domingo hay que sumar los gravísimos insultos a Shakira en los partidos contra el Barcelona, o los también especialmente graves "Aulestia muérete" o "Aulestia etarra, tu madre es una guarra", el "todos a una puta Osasuna" el "puta Oviedo", "el que mate a un carbayón se merece un medallón", y un muy largo etcétera. El problema es que el Sporting no hace nada por evitarlo y puede hacer muchas cosas, la primera es muy sencilla, basta con decir a los jugadores que no vayan a celebrar los goles con ellos.

Es habitual que cuando un jugador marca en ese fondo, corra al córner derecho para ofrecérselo a los ultras y que estos les correspondan con sus gritos de ánimo, hay que evitarlo, no se les puede dar alas. Por supuesto, el Sporting tiene que identificar a través de las cámaras a todos los responsables y prohibirles el acceso para convertir ese fondo en una auténtica grada de animación. La repercusión mediática de estos hechos y la más que posible sanción le brindan una oportunidad de oro para erradicar definitivamente esta lacra.

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