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Profesor de Geografía e Historia

Polémicas y soluciones

La controvertida liquidación de las cuentas del Centro Asturiano de Gijón

Estos días se ha difundido en prensa que aún hay tres pleitos pendientes para concluir la absorción del Centro Asturiano por el Grupo Covadonga, aunque no se ha concretado qué sentencias faltan por recibirse; si es así por tanto asunto aún no completamente cerrado. La situación podría ser pintoresca: una jueza ha dictaminado que los socios del Centro dispongamos de carnet del Grupo, podamos acceder a las instalaciones, y votar en las pasadas elecciones para la directiva, y parece que aún no se ha dado de baja al Centro en el Registro de sociedades, y hay una sentencia del Supremo ratificando que primero deben liquidarse las cuentas para después proceder a la extinción de la entidad. Además se ha polemizado sobre lo que era un secreto a voces: que Marco Tuñón, entonces presidente del Centro Asturiano, firmó en junio de 2011 al abogado Rafael Alvargonzález - a quien en foros de debate elogiaban por altruista-, unos días antes de suscribir el acta notarial de fusión por absorción con Enrique Tamargo, entonces presidente del Grupo Covadonga, una remuneración de 230.000 euros, cantidad que por su cuantía debía haberse aprobado en una asamblea de socios. ¿Qué asamblea de presupuestos o de balance de cuentas aprobó tal gasto? ¿Se ha dado de baja al Centro Asturiano en el Registro de sociedades? ¿Cuándo y dónde se han liquidado sus cuentas? ¿Sigue existiendo jurídicamente? Desde luego esta situación de inestabilidad, recursos, sí pero no o al revés, y hechos cautelares algún día debe resolverse definitivamente.

Cabe recordar que en su día la asamblea de socios del Centro Asturiano aprobó muy mayoritariamente la fusión y ser absorbidos por el Grupo Covadonga, siendo uno de los argumentos fuertes que con ello se evitaba la venta de una de las dos plantas de la sede emblemática del paseo de Begoña. Además se dijo que el Grupo Covadonga se comprometía a una inversión para construir un polideportivo en la finca recreativa de Mareo, por valor de 600.000 euros, cuya maqueta estuvo expuesta en la entrada principal de la centenaria entidad. Y tras años de litigios el Centro Asturiano se encontró en una tesitura en la cual ni teníamos planta baja de Begoña, ni polideportivo en Mareo, ni socios, ni dinero. La vigente Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, en su artículo 14 establece: "3. Las cuentas de la asociación se aprobarán anualmente por la Asamblea General." Y en el artículo 18: "1. La disolución de la asociación abre el período de liquidación, hasta el fin del cual la entidad conservará su personalidad jurídica." Después se desglosa en apartados para liquidar las cuentas hasta llegar al último: "f) Solicitar la cancelación de los asientos en el Registro." Es decir, no se debió tratar de pasar cualquier tipo de deudas al Grupo, y después el Grupo allá se las apañe, el proceso debería haberse hecho al revés: primero asamblea de liquidación de cuentas, procedimiento tal de absorción y extinción de la entidad, y finalmente baja en el Registro y absorción por tanto por el Grupo Covadonga.

En cuanto a la polémica sobre reducir de dos a uno los sentidos del tráfico en la calle Río de Oro, en el Llano, para ensanchar las aceras y constituir un denominado bulevar, hay que hacer varias consideraciones. No suele haber medidas unánimemente aceptadas, si bien deben hacerse pensando en mejorar el barrio y favorecer al conjunto de los vecinos. La gran mayoría somos tanto peatones como conductores o usuarios de coches. Primero toda reforma implica un cambio, debemos adaptarnos a una nueva situación. Una pega es que se pierden aparcamientos en superficie y fluidez en el tráfico. Desde el punto de vista del conductor, conlleva un trastorno en el tráfico, al suprimirse la circulación por Río de Oro desde el área de Los Fresnos hacia Contrueces. La cuestión no parece tan grave: por el este puede circularse en tal sentido por la paralela avenida del Llano, y por el oeste, por la paralela calle Sahara. Desde el punto de vista del peatón ensanchar las aceras de Río de Oro es una clara mejoría, pues amplía la seguridad del viandante, amplía espacios para el paseo, y el bulevar hace ganar atractivo a la zona, y yo creo redundaría en mayores ventas para los comercios de la calle al caminar más gente ante ellos, no obstante algunos de los cuales protestan el ensayo de circulación de esta semana. Mientras no se haga un sondeo cuantitativo objetivo, por ejemplo con hojas en los buzones, que alguien diga que el 90% están a favor o en contra de los cambios puede ser cualitativamente subjetivo. Hay que reformar para mejorar.

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