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Doctor en Filología Románica, licenciado en Ciencias Eclesiásticas

El Papa Francisco y el aborto: un cambio histórico

El anuncio del Papa Francisco tras la clausura de Año jubilar de la Misericordia sobre el perdón del pecado del aborto, cuya absolución corresponde a todos los sacerdotes, supone una cambio histórico en materia moral tan delicada, que ha provocado en ciertos ambientes eclesiásticos una extraña y falaz reacción, atribuyendo al Pontífice afirmaciones que no ha hecho y conductas desviadas de la valoración tradicional de la maldad moral del aborto. Hay que decir claro que la postura del Papa frente al aborto y su moralidad no ha cambiado en absoluto, pues afirma: "Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un grave pecado, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuera, sin embargo puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre".

Deducir de esto que Francisco relativiza la inmoralidad radical del aborto directamente provocado para eliminar una vida humana en el mismo seno materno es un infundio y una mentira muy grave. El Papa ha dado a conocer en la Carta Apostólica después del Jubileo, en la que se perfilan los pasos que la Iglesia debe seguir para proclamar el kerigma de la Salvación, Pasión Muerte y Resurrección de Jesucristo, un cambio histórico en relación con la absolución del grave pecado del aborto al escribir: "Concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado del aborto".

El Papa fundamenta esta decisión histórica en una verdad teológica con fundamento en la Biblia y en la tradición: "No existe ley ni precepto que pueda impedir a Dios volver a abrazar al hijo que regresa a él reconociendo que se ha equivocado, pero decidido a recomenzar desde el principio. Quedarse solamente en la ley equivale a banalizar la fe y la Misericordia divina". Esta decisión del Papa, dar poder a todos los sacerdotes de absolver el grave pecado del aborto, no es sorprendente por cuando durante el año Jubilar de la Misericordia, recién finalizado, ya concedió a los sacerdotes esa facultad. Lo que ha hecho ahora el Papa es extenderla a la absolución del pecado del aborto sin plazos.

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