La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica / Música | Musicólogo

"Burning": rock español de manual

Los madrileños recorren sus grandes éxitos ante centenares de seguidores

Posiblemente sea la banda de rock en activo más longeva de nuestro país, "Burning" llevan desde 1974 ofreciendo rock por los escenarios de toda España: ciudades y pueblos, festivales, plazas de toros y salas de concierto, allá donde van encuentran el calor de un buen número de seguidores dispuestos a entonar en comunidad sus canciones. Más de una generación ha crecido con la música de "Burning", y el rock es un estilo muy militante y con una audiencia fiel e incondicional, por eso no sorprendió encontrar a centenares de personas en la sala Acapulco el pasado sábado que se concentraban frente al escenario para disfrutar del concierto de la banda madrileña.

El ritual del rock se cumplió a la perfección. Antes de que abrieran las puertas del local, los seguidores se concentraban a la entrada y en los bares de los alrededores inmersos en conversaciones de rock e incluso templando sus gargantas con alguno de los temas de "Burning", por supuesto en torno a unas cervezas. Es lo que se llama "calentar motores"; una vez dentro, la mayoría se agolparon en las primeras filas y la música comenzó a fluir. No hubo teloneros, y los protagonistas fueron puntuales; empezaron a sonar clásicos desde los primeros compases: "Jim dinamita", "Rock & Roll Mama", temas de tiempos medios pero con el peso y la contundencia del rock español de finales de los setenta. Cuando el público ya había entrado en calor, el aire de balada de "Águilas" enfrió momentáneamente el ambiente, pero la archiconocida "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?" hizo recobrar el tono al concierto.

El repertorio fue extenso, una veintena de temas cubrieron dos horas de recital que fue de menos a más, porque en canciones como "Muévete en la oscuridad" o "Como un volcán" toda la sala cantaba a una voz. En dos horas hubo tiempo para todo, el concierto tuvo sus altibajos y perdió intensidad especialmente en los solos que alargaban algunas canciones. Hubo comunión con el público, y Johnny (cantante, teclista y único miembro original de la banda) ejerció de maestro de ceremonias tirando de retórica rock y tópicos de autenticidad de manual, incluida la alusión al origen obrero de la banda. Una cosa es verdad, "Burning" se entrega a fondo en sus conciertos, la banda no se renueva en lo musical y sigue sin salirse del rock stoniano de sus inicios (con citas puntuales a "Satisfaction" y "Brown Sugar"), pero cumple con las expectativas de su público y no cesa su actividad de directos; de hecho, ya tiene armada su gira de 2017 "Corre conmigo".

En la traca final sonaron más clásicos: "Esto es un atraco" o "Es especial", y la sensación al acabar el concierto es que tanto la banda como el público podría seguir tocando y pidiendo canciones respectivamente durante toda la noche. La fórmula creativa de "Burning" parece agotada, pero su ritual de directos seguirá funcionando mientras el cuerpo aguante, porque siempre contará con el apoyo de sus seguidores más fieles. A juzgar por lo visto el pasado viernes, hay "Burning" para rato.

Compartir el artículo

stats