Hace hoy justamente un año, sucedió el martes 23 de febrero de 2016, como quien dice todavía ayer, fecha de mucho relieve como "aniversaria" que es de la de 1981, cuando los hados mayores y menores pusieron en peligro los destinos "minidemocráticos" de la patria; y unos celebran con escritos de pompa y circunstancia, y otros con el sacrificio del cordero pascual, dando gracias todos porque el acoso real que sufrió la joven democracia, que a punto estuvo de sufrir gravísimas mutilaciones hasta que, bien entrada la noche, apareciera muy telegénico, favorecido con ligeras ojeras y en uniforme de campaña, el entonces joven monarca, hoy anciano emérito, que con una sola caída de ojos logró salvarla del peligro que él mismo representaba... Decía que como quien dice fue ayer cuando las señoras y señores que forman el Cabildo gijonés celebraban Pleno en un casi "desesperado" intento de dotar a esta cada vez más desnortada y, por el contrario más "amediterreanizada" villa, de un Plan General de Ordenación capaz de resistir la fuerza de los tribunales, y apto para garantizar la legalidad de que nuestros ensanches, equipamientos y dotaciones, discurran pacíficamente por la senda que marque su "Documento de Prioridades".
También aquel martes 23, organizados dentro de Feten, se produjeron varias representaciones teatrales por todo Gijón, pero ninguna tuvo la gracia, el salero y frescura que tuvo la escena que se representó en el escenario del Cabildo, cuyo argumento no era otro que el de la aprobación inicial del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, tras repetidos fallidos del gobierno socialista, y que habría de suponer pocas novedades para el casco urbano -Gigia ya está casi completa- pero sí podría suponer las mayores delicias y fácil enriquecimiento de los viejos vecinos propietarios de la zona rural, que pudieran verse beneficiados con las líneas que trazara el plan.
De ahí el interés del hormiguero, que a la hora del plan se siente rural. Foro, por complacer a su clientela establecida en los núcleos rurales, y no molestar a sus colegas urbanistas, que ya viven como rurales, con el plan hace encaje de bolillos. Los primeros quieren poder construir para ganar, los segundos que ya tienen construido, no quieren que se construya más por preservar la paz del campo y el descanso personal? El Gijón urbano ya está construido, las plazas y glorietas instaladas, los espacios ocupados? solo falta ealizar la playa verde, limpiar la canela de carbón y hacer navegable el Piles, sin olvidar reservar terrenos para destinarlos a sede de los grandes eventos y alegrías del verano.
Todo Gijón, aquella tarde del 23 de febrero de 2016, pudo disfrutar de la divertida comedia municipal, en la que los actores cambiaban fichas por cromos?, y hasta hubo quien se conformó con modificar fichas a cambio de simples promesas; y hasta hubo quien se conformó con un intercambio de ocurrencias?
Formidables en sus papeles estuvieron la Alcaldesa y el Secretario, haciendo con pasmosa naturalidad el papel de que no se enteraban de nada; en un momento, del órgano del Secretario se escapó un "do" purísimo, y de los ojos de la Alcaldesa estuvo a punto de desprenderse una lágrima de compasión, cuando buscaban el necesario "Plan de Movilidad", que no encontraban? Más divertido: que ni existía.
Los grupos municipales, como todo en la vida, tuvieron sus más y tuvieron sus menos. Y, como en el mismo Feten, unos grupos fueron más aplaudidos que otros, sobre todo al momento de ponerle cemento al campo. La valoración de la función televisada por parte de los afectados, no pudo ser más positiva.
Solo el grupo socialista desmereció la tarde anunciado su "no". Temor a que los baches que sufrió el plan en sus albores, le dejara impugnable, como ya les había ocurrido por dos veces a ellos mismos. Del agua fría el gato escaldado huye.
Pero dejando a un lado el prudente "no", ¡cuánto jugaron con el lirio el resto de los grupos! ¡Cómo se divirtieron la parroquias! Padres y tutores se veían ya rodeados de campos recalificados en urbanizables, capaces no solo de servir para levantar techos para los hijos, la "recalificación", también derramaría millones entre los suyos. ¡Cuántos polvos de pica-pica se lanzaron los actores de unos escaños a otros!? Solo un año después, porque en el año transcurrido apenas si ha llovido, aquellos polvos se volvieron estos lodos, que ahora manchan las blancas camisas y hasta las blancas conciencias de sus señorías.
A las espesuras del "Couto de San Nicolás", se ha retirado -¿para ocultar sus vergüenzas?- el grupo municipal que con tan mal fario sostiene la nefasta acción del gobierno municipal.
Sin Monsacro al que ampararse, los camaradas de IU meditan ahora sobre si los cromos de las 1.795 viviendas, límite del crecimiento de los núcleos rurales, y la puesta en marcha del plan sectorial de rehabilitación de viviendas y barrios degradados, cuyo inicio tanto malestar originó por el mal hacer de las hormigas, no irán a resultar cromos envenenados.
Sin "Aventino" al que subirse, porque ya lo han subido todo, los "círculos" de "Xixón Sí Puede", que han confiado el que iba a ser su plan, a expertas, firmes y geográficas manos, valoraba en aquel divertido sainete, más que el plan y su orteguiana circunstancia, el "no" de sus presas, porque en los compañeros del PSOE los círculos virtuosos solo ven presas, y desde este ángulo, quien sostiene las riendas quiso lanzar una buena dentellada como Trump, al cuello del "infiel", apostrofaba enérgico y convencido, "el no es la posición fácil y Xixón Sí Puede no ha venido a quedarse en lo fácil, ni a hacer de comparsa"? "Nuestro objetivo", aseguró, "es tener una mínima norma urbanística en Gijón".
Mucha cuenta tuvo de sus palabras el señor del "Couto de San Nicolás", a pesar de no ser sus comparsas, cosa que, como todo el mundo sabe, queda para los carnavales. Un año después, ni hay información, ni hay pleno a la vista; desde la Campa Torres, todo lo que la vista alcanza a ver en el plan son dificultades, escollos y minas, y a penas si se puede adivinar un indicio de mínima norma urbanística? ¿Y si fueran a ser más que razonables las prudencias y los temores del socialista Pérez? Terrible duda que, de momento, nos ha costado un ahijado, y veremos si también nos cuesta el plan, y cuánto nos ha de costar el tiempo pasado?
Don Mariano Marín, que es abogado de profesión y rotario por devoción, acusó a Foro de "forzar" (¿por los descampados del antiguo arenal, o por las umbrías del "Couto de San Nicolás"?) a los grupos de la oposición para dar su "sí". Situación, por desgracia, aún corriente en nuestro mundo, forzudo, y hasta obispón y machista.
Los ciudadanos variables del "Beau Rivera", cuando todavía eran socialdemócratas, antes de pasarse al coro de "gaditanos de la tía Pepa", reconocieron al plan en cuestión, la envidiable virtud del equilibrio?
A pesar de guiños, forzamientos, y hasta de carantoñas, ningún grupo tuvo a gala declararse como padre del Plan, el pobre había nacido para aquella sesión del 23 tan solo con firma de una madre de alquiler.
El estrambote de aquella función de enredo fue el enésimo "apeamiento" público e inmisericorde de otro cualificado funcionario municipal que, quizás osó "contra corriente" que baja del "Couto de San Nicolás" poner negro sobre blanco los "defectillos" y "defectazos" que los asilados al "Couto", o los mismos "círculos" afines no querían que trascendieran al pueblo?, pero que ya ruedan, y no habrá funcionario que los pare? Los cadáveres políticos provocados por los acogidos a lo sagrado del "Couto" y "Moriyón", ya son montón.
El PGO pleno o mínimo, será bueno que prevea hasta levantar un "Panteón" en el que depositar los expedientes de los funcionarios que sacrificaron, y de los que habrán de sacrificar en el futuro, al servicio de Gigia, su bienestar, su comodidad y hasta los florones de sus carreras profesionales, pero nunca sus principios ni independencia. A Dora Alonso le corresponde el honor de inaugurarlo, y allí habrá de figurar también el expediente de Javier Domingo. Los refugiados del "Couto de San Nicolás", con o sin comparsas, acaban de apartar de Gigia a su fiel y laborioso Ahijado. Y a la misma Gigia, a este paso, dejarán en el arroyo.
