Las llamadas telefónicas al periódico son un reflejo casi perfecto de las preocupaciones que ocupan cada día a los lectores. En los últimos tiempos abundan las de jubilados que cuentan sus cuitas o preguntan por sus dudas. Es el caso de un jubilado reciente que ha resumido su situación a la vista de las continuas peticiones públicas que recibe para que, a la vista de la crisis de la hucha de la Seguridad Social, se prepare un plan individual de pensiones. El que él mismo fue dotando durante años. A la llegada de la jubilación no puede rescatarlo íntegro porque en ese caso llega el señor Montoro y el tajo a impuestos sería enorme. Ni rescate ni mantenimiento porque tal como están los intereses, cada año disminuye el capitalito del plan de pensiones. Y la pensión, en fase reductora de ochenta euros mensuales porque ha pasado de cobrar unos meses del primer periodo a cobrar el año entero. Las tribulaciones del jubilado son continuas. ¿O no?
La esquina