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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

La "Semana" las pasa negras

Un evento con presupuesto menguante y dejado de la mano municipal

Dijo el risueño concejal casquista Esteban Aparicio que la "Semana negra" tiene un problema legal. Sí, lo tiene: como debe a la Agencia Tributaria no puede recibir subvenciones de las administraciones, incluidas las del Ayuntamiento de esta populosa villa marinera. No lo tendría, sin embargo, si ese mismo consistorio hubiera pagado la subvención concedida para el ejercicio de 2016 y, de paso, le hubiera ahorrado siete mil euros de vellón a la organización semanera correspondientes a los intereses de demora por no haber pagado un plazo de su deuda con la hacienda pública. Es decir, los problemas de la Negra vienen dados por la falta de diligencia del propio ayuntamiento: como para que se ponga a dar recetas el concejal Aparicio en un ejercicio de jocosa hipocresía.

Da la sensación de que a este gobierno municipal lo de la "Semana negra" no le hace demasiada gracia, pero como el público asiste en masa y el nombre de Gijón suena bastante más en el concierto veraniego gracias al evento lúdico y cultural, los casquistas de Moriyón tragan y, bien que a desgana, colaboran, pero no sin colocar algún palo en la rueda para ponerle a la organización las cosas no ya fáciles, sino normales al menos.

Se cumplirá este año la trigésima edición del acontecimiento de julio en nuestra ciudad y bien está que por parte de una parte de los grupos progresistas que cuentan mayoría de concejales aporten al total de la corporación la sensatez suficiente como para que no se estrangule y asfixie a un festival que distingue a esta ciudad nuestra de otras.

Parece mentira que después de seis lustros todavía haya quien piense que, al decir que el hecho de que sea una asociación quien levante el acontecimiento, haya quien se lucre con su organización. La "Semana negra" no es un negocio: nadie se lucra. Sí, se trata de una entidad privada, pero no una empresa: hemos dicho asociación, lo que implica ausencia de reparto de ganancias. Cobran, cuando pueden, los proveedores y los que aportan su trabajo para el efímero. Aunque, cuando vienen mal dadas, como es el caso, sus máximos responsables -que, por cierto, dieron la cara en el propio ayuntamiento ante la publicación de lo que parece ser, por ahora, un bulo- son los últimos en cobrar.

Los foristas deben pagar la subvención concedida el año pasado a la "Semana negra", la Agencia Tributaria debe quedarse con su parte correspondiente y para este año aumentar la ayuda que otorga al evento. Ayuda que, por cierto, también debería aumentar el gobierno del Principado que, ultimamente, ha dejado reducida a la mínima expresión, ¿o es que los miles y miles de asistentes no son también asturianos como los demás y el atractivo que emana y la publicidad que proporciona no favorece al conjunto del turismo regional? Los números de lo que se aporta causan sonrojo. Es como si al gobierno del Principado no le interesara un festival lúdico y cultural que trasciende más allá del Pajares y se convierte en internacional. Está muy bien que se enfatice el paraíso, pero no está mal un mayor compromiso con algunos eventos que, como es el caso de la "Semana negra", también hace Asturias. Desde el departamento regional para la cultura, al decir de su responsable máximo, no han reflexionado sobre los problemas del festival, pero tampoco se muestran sorprendidos, es decir, demuestran que no lo tienen prácticamente en cuenta.

Lo que cuenta es que la Semana es un activo gijonés y asturiano que, en lugar de ser ninguneado o torpedeado, tendría que ser mimado al extremo. Lo contrario sería infligir un daño considerable que la ciudad y sus gentes no se merecen.

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