La sabrosa polémica ovetense sobre el uso, adecuado o inadecuado, vayan ustedes a saber, de las tarjetas de la zona azul por parte de políticos locales, autoridades judiciales o eclesiásticas ha reclamado datos del funcionamiento de los pases de libre aparcamiento en Gijón. El concejal encargado del negociado ha explicado con claridad las plazas reservadas a concejales, a funcionarios municipales y a periodistas que realizan su labor en cuestiones relacionadas con la municipalidad. A la vista de la situación y llevando al extremo las ansias por una vida saludable, se podría decir que Gijón es ciudad tan llana y paseable que nadie necesitaría acercarse en coche a la Casa Consistorial. Claro que luego llegan los matices de las prisas funcionariales o periodísticas y se comprende entonces que las tarjetas de la ORA son necesarias para los colectivos citados. Un asunto menor en Gijón que en Oviedo es cuestión capital. Y nunca mejor dicho.
