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Militante de base en la Agrupación Municipal Socialista de Gijón

De los tenores huecos (sin acritud)

Una llamada a la fraternidad el lunes, tras las votaciones en el PSOE mañana

En el transcurso de la campaña de primarias en que está inmerso el Partido Socialista se manifiestan, con demasiada frecuencia, una insufrible secuencia de clichés, tópicos, estereotipos y simplificaciones que parecen provenir, en ocasiones, de una cierta pereza intelectual y en otras sencillamente de una visceralidad, que no pasión, desconocida en la reciente historia del socialismo español. Así uno se levanta una mañana y se encuentra con que al careto que le devuelve el espejo tiene una expresión que le resulta ajena, desconocida, extraña; "nun yes tú, nun yes; nun yes tú, qué vas a ser?".

La mirada altiva, despectiva y prepotente le decía que por arte de birlibirloque se había transmutado en uno de ellos, de los de arriba, de los de la "casta". Buscando una explicación en aconteceres inmediatos llegó a la conclusión de que la terrible metamorfosis sólo podía deberse a su compromiso y apoyo a la candidatura pergeñada por el maldito "aparato". Era uno de los más de sesenta mil avalistas que, traicionando las más puras esencias de una izquierda que a él se le antojaba impostada por altisonante, habían coincidido libremente y sin ponerse de perfil en la urgencia y la obligación de poner en práctica la antigua idea de que no importaba tanto el color del gato sino su habilidad para cazar ratones; puro y obsceno posibilismo.

También se le pasó por la cabeza que, tal vez, su proverbial carácter hipocondríaco le jugaba una mala pasada. Puestos a elegir prefería confiar en los avances de la ciencia médica, o incluso en la diosa fortuna, que una muerte súbita. Él que se había encontrado huérfano, en tierra de nadie como la mayoría, decidió hacer suya la copla de Andrés Calamaro: "No sé lo que quiero, pero sé lo que no quiero" y concluyó que desdeñaba "las romanzas de los tenores huecos", que le daba pereza ponerse a asaltar los cielos y además no tenía el menor interés en formar parte de "un coro de grillos que cantan a la luna".

PD. Por si la parrafada precedente hubiese quedado críptica en exceso no estaría de más aclarar que el próximo domingo votaré a Susana Díaz, con el mismo derecho y la misma libertad que quienes han decidido apoyar otras opciones; confiando, sea cual sea el resultado de la consulta, que a partir del lunes y entre todos recuperemos la fraternidad y el respeto que nos merecemos y que por encima de todo se merece el PSOE.

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