La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Presidente de Nuevas Generaciones de Gijón

Los tres "noes" de la izquierda asturiana

La propuesta sobre la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años

El Partido Popular de Asturias liderado por Mercedes Fernández presentó una proposición de ley en el parlamento asturiano con una propuesta muy concreta: la gratuidad y universalización del primer ciclo de educación infantil de 0 a 3 años, integrándola en la Consejería de Educación. Gratuidad porque hay familias que tienen que desembolsar hasta 330 euros por hijo en la red pública, el precio más caro de España, y universalización porque la mitad de los municipios asturianos no cuentan con escuelas infantiles. La conclusión de tan elevado precio y tan escasa red de centros se traduce en la tasa niños matriculados más baja de España.

Sin embargo, los tres grupos de izquierdas (PSOE, Podemos e IU) votaron "no" a esta iniciativa. "¿Qué pudo fallar?", se preguntarán algunos. Y, si uno analiza cada uno de esos tres "noes", solo cabe una respuesta: "que quien la propuso fue el Partido Popular". Veamos.

El primer "no" es el del Partido Socialista, el del infierno fiscal y el Impuesto de Sucesiones, el que se esconde tras la Fiscalía en el Caso Marea, los que nos llevan gobernando más de 30 años. Hay que decir que se trató de una negativa a conciencia, ya que la red pública de escuelas infantiles es su red, la que ellos han creado y la que pretenden defender a capa y espada, sin importar que ésta sea más cara que la red privada o que incluso sus propios alcaldes clamen por soluciones como la ya comentada integración en la Consejería. Una vez más, vemos cómo Javier Fernández decide jugar sus últimos dos años de partida a enrocarse en las políticas que han agotado al socialismo asturiano.

El segundo "no" es el de Podemos, con retórica y argumentos basados en el mantra de la privatización. No importa que el trámite parlamentario les permitiese votar "sí" y luego cambiar aquello que no les gustase, ni tampoco que ellos mismos se digan defensores de medidas parecidas. La excusa de la creación de conciertos, pese a que sean para llevar la red de escuelas infantiles a esa mitad de concejos que hoy no tienen, fue una tentación demasiado grande para su vicio: predicar sin dar solución alguna, en este caso a cómo universalizar la etapa. A ellos poco les importó que esta medida fuese para esa Asturias que madruga, la de un padre y una madre que levantan su familia trabajando ambos y necesitan soluciones para escolarizar a sus hijos de manera temprana.

Finalmente está el tercer "no", el del grupo de Llamazares, no sabemos si de Izquierda Unida o de su nuevo partido. Ese es el "no" caducado, el de la negativa de toda la vida al Partido Popular, el del núcleo duro del comunismo asturiano. Pese a todas las camisetas que se puedan poner, es el desenlace que toda la vida nos han obligado a presenciar en Asturias: clamar por soluciones a un problema para luego arrimar el hombro con sus creadores, los socialistas. Al fin y al cabo, puede más las ganas de tumbar una propuesta del Partido Popular que las de tramitar la gratuidad en la educación infantil.

Estamos ante una muestra más de que la izquierda prefiere imponer prejuicios ideológicos sobre políticas necesarias para los ciudadanos. La política de líneas rojas y cordones sanitarios ha apuntalado un sistema caro para las familias y mal repartido por la geografía asturiana. El primer ciclo de educación infantil acabará siendo universal y gratuito porque es un clamor social, sólo falta que algunos partidos piensen en los beneficios en lugar de dedicarse a debatir sobre el color de la camiseta.

Compartir el artículo

stats