La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Diputada socialista

El hombre de Ensidesa en el Parlamento

Retrato de un socialista íntegro que luchó por la siderurgia asturiana

Amigos y amigas:

Tere, Pedro y Nacho han querido que en estos duros momentos en que un nudo les atenaza la garganta yo ponga voz a la despedida de nuestro compañero y amigo José Feliz. No sé si pesa más la responsabilidad o el honor. El día que acudí a la sede de Mariano Moré a afiliarme a Juventudes Socialistas de la mano de Marcelo y Encarna, ese día José Feliz estaba en la sede, ese y todos los demás que acompañaron mis primeros momentos en la acción política. Desde entonces y hasta ahora, en que desde hace tiempo cada día recibía en mi whatsapp enlaces de noticias que afectaban al partido de él o de Tere, han pasado muchos años.

Para acercarnos al semblante público de José Feliz sus compañeros en la vida política destacan que su acción pivotó en torno al compromiso en tres ejes: compromiso con el partido socialista, compromiso con el sindicato UGT y compromiso con su empresa Ensidesa.

En torno a estos tres ejes y con su riguroso conocimiento de la siderurgia, junto con la estrecha relación que mantenía con el también fallecido Luis Martínez Noval, contribuyó a afrontar la reconversión en años difíciles en los que fue necesario acometer una profunda transformación de la empresa pública. Quienes le acompañaron en aquel proceso ponen de manifiesto que fue una pieza clave en la colocación de las propuestas de futuro en la siderurgia y de la pervivencia de la misma. Sus compañeros del grupo parlamentario durante la legislatura que ejerció como diputado dicen de él que sus intervenciones en la Junta General siempre estaban adornadas de un profundo conocimiento de lo que ocurría a pie de fábrica, hay quien dice que cuando hablaba la fábrica entraba en el Parlamento.

Esto enlaza con el compromiso que Jose mantuvo siempre durante toda su vida laboral con la empresa, de ello guardan recuerdo sus hijos y Tere en aquellas ocasiones en que dedicaba sábados o domingos de descanso a "revisar la factoría" o aquel día que avisado de modo imprevisto de una avería en la fábrica se encaminó allí con ellos metidos en el coche y allí los dejó durante tres horas en el parking hasta que se solucionó el problema.

Jose era un hombre progresista, un socialdemócrata tranquilo, apacible, discreto y responsable que nunca eludió decir lo que pensaba y que nunca se enemistó con nadie por ello. José Feliz, dicen quienes compartieron con él trabajo, acción política o vida, te enseñaba, te instruía sin que te dieras cuenta, te acompañaba en el proceso de aprendizaje y tú le seguías dócil de la mano de sus tranquilas palabras.

Fue un buen ciudadano solidario y comprometido que inculcó a sus hijos el valor fundamental del esfuerzo y de la honradez con la palabra pero sobre todo con su ejemplo, toda una vida de trabajo desarrollada en Asturias desde que a los tres años de su nacimiento su familia decidió emigrar desde un pueblo de Zamora, Fuentes de Ropel, buscando un futuro mejor para sus hijos. Jose siempre guardó un sitio en su corazón para este pequeño pueblo de Zamora, en su corazón y en el pasillo de su casa gijonesa donde colgó orgulloso el escudo de su ayuntamiento.

El mismo cariño y orgullo que siempre sintió por aquel Mieres social y comprometido que le acogió, donde trabajó y estudió hasta terminar sus estudios de Ingeniería en la Escuela de Minas, en ese Mieres donde conoció a su Tere de la que ya nunca más se separó y de la que hoy se pregunta por qué toda la vida pasó tan rápido. La familia ya completa integrada por hijos, nueras y su amada nieta Paula forman ya parte de la vida del barrio de La Arena, está grabada en la historia de Gijón. Paula y su evasión en la casina de Caldones eran ahora sus dos pasiones.

Jose no quería este acto, decía que había venido en silencio y que en silencio quería marcharse cumpliendo lo que para él era el primer mandamiento "no molestar", pero este acto no es para despedirle, no es solo para despedirle, es sobre todo para que todos podamos sobrellevar mejor su ausencia compartiendo su recuerdo. Según ha ido pasando el tiempo y nos hemos ido haciendo mayores comprendimos no sin tristeza que no hay nadie imprescindible, que la vida sigue, pero cada vez tenemos más dudas acerca de si la vida ha previsto un plan para reemplazar a estas personas tan necesarias por otras de la misma talla. Tere, Nacho y Pedro quieren que os traslade las gracias por ayudarles con vuestras palabras y gestos a sobrellevar este duro momento. No sé si Machado lo sabía pero le dedicó unos veros que quiero leeros:

"Hay en mis venas gotas de sangre jacobina/ pero mi verso brota de manantial sereno/ y más que un hombre al uso que sabe su doctrina / soy, en el buen sentido de la palabra, bueno".

(Texto de homenaje a José Feliz García, fallecido el pasado sábado a los 71 años, leído en el tanatorio gijónés por la diputada socialista Carmen Eva Pérez).

Compartir el artículo

stats