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¡Ahí os quiero ver!

De natural somos protestones y reivindicativos y así debe seguir siendo

Con la coartada de la carpona instalada, contra natura, en los otrora jardines del Náutico (es acojonante la demencial volumetría que anega el paso a los viandantes, ¡al fin y al cabu, son les coses de Gijón!), enfilé pal muelle buscando la acera del solín y reparé en el refugio antiaéreo que, bien señalizado, está con una puerta desvencijada y abandonada que se cae a pedazos, y así mismo me fijé en el escudo policromado de los Paquet que pide a gritos una restauración.

Subí a Cimavilla por la Cuesta El Cholo y donde el otrora cine de arte y ensayo "El Brisamar" ahí está, a la puerta de un garaje, el mítico homenaje a los hermanos Lumiere que presidía la entrada a tan emblemático cinema. En fin ya sé que no hay perres y que lo que prima son les campañes pro mascotes, pro llingua, pro cancios, pro hostelería (cazuelines y pinchos), pro bicis y patinetes y pro la p. su madre. Todo esto está muy bien, no lo dudo, pero con el chocolate del loro pueden y deben de hacerse coses.

Gustome, eso sí, el etorno de la escalinata, donde el estacionamiento de la Fábrica Tabacos, en homenaje a los demenciales maltratos. Venga, que no se diga, no podemos bajar la guardia, hay que seguir siendo la ciudad protestona y reivindicativa que siempre (mas ahora con la enriquecedora población que se nos agregó, para bien) fuimos. Manos a la obra, pues.

P.D. Lluévennos los premios a la ciudad nuestra por la conservación de les playes. ¿Por qué no vamos de frente y por derecho a la bandera azul? Ahí ¡Ahí os quiero ver!

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