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Hermano mayor de la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia

Quince lustros de Misericordia

Merece la pena recordar la esperada llegada a Gijón, en 1943, de la maravillosa imagen de González Macías

Un Jueves Santo más los hermanos de la Misericordia asumimos con orgullo el empeño de sacar a las calles de la villa la imagen de nuestro sagrado titular, el Santo Cristo de la Misericordia y de los Mártires.

Pero es verdad que este año lo haremos con especial orgullo al cumplirse el setenta y cinco aniversario de su primera salida procesional por las calles de Gijón. Fue el jueves santo 22 de abril de 1943 cuando esta imagen, una de las más acabadas del escultor salmantino Francisco González Macías, que logró plasmar en ella a pesar de la dureza del tormento una excelsa dulzura, recorrió por primera vez las calles gijonesas seguida por una auténtica multitud.

La talla fue concluida en el citado año, y ante la expectación generada en la propia Salamanca durante su realización, fue expuesta durante varios días en el vestíbulo del Ayuntamiento de esta capital, localizado en la que es seguramente la Plaza Mayor más célebre de España. Allí recibió, entre otras, la visita del entonces Director General de Bellas Artes, marqués de Lozoya.

No menos esperada fue su llegada a Gijón, donde fue recibido el martes 4 de abril del mismo año. Dos días después quedó expuesto en el Real Instituto Jovellanos, donde se celebró el acto de presentación al que asistieron el Obispo de la entonces Diócesis de Oviedo, monseñor Manuel Arce Ochotorena, el Obispo de Neópatras, monseñor Ángel María Pérez Cecilia, todas las autoridades locales, representantes de la Semana Santa salmantina y gijonesa, y el autor de la obra. Tras una sentida intervención de D. Francisco Romero, Magistral de Zamora, y para admiración de todos los presentes, se descubrió la imagen, hasta entonces cubierta por un lienzo morado, concluyendo el acto con una oración.

Así pues, y en una efeméride que nuestra hermandad tratará de conmemorar a lo largo de todo el año, se cumplirán quince lustros durante los que esta admirada imagen viene derrochando, a su "paso", misericordia por las calles de Gijón.

El incienso, como muestra de la oración de hermanos y fieles, es una de las notas más características de nuestro cortejo procesional, y contará para ello, a partir de hoy, con un incensario de grandes dimensiones y factura sevillana que se incorporará, sustituyendo al antiguo, al carro rodado que permite su traslado.

El rezo de las estaciones del Vía Crucis en las paradas marcará también el desarrollo de la procesión, en la que el apartado musical estará a cargo de la Banda de Música de Gijón, bajo la dirección de Iván Arboleya, que con su habitual buen hacer interpretarán hoy marchas procesionales tan conocidas como "Cristo de la Lanzada", "Jerusalén", "La Saeta", o "Mektub".

Sólo queda desear que la climatología respete el normal desarrollo de nuestra estación de penitencia, y que el Cristo de la Misericordia y de los Mártires recorra de nuevo nuestras calles entre la admiración y devoción de los fieles.

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