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Crítica / Arte

La abstracción colorista de Javier Victorero

Javier Victorero (Oviedo, 1967) es un pintor autodidacta, que en la Universidad de Oviedo estudió algunos años de Derecho. Vive y tiene su estudio en Gijón, frente al mar Cantábrico y la playa de San Lorenzo. Está vinculado desde sus comienzos a la Galería Cornión, donde ha colgado tres exposiciones individuales en 2007, 2010 y 2012, además de participar con la galería de Amador Fernández Carnero en ferias de arte y muestras colectivas de todo tipo. Ha vivido un tiempo en Logroño, donde presentó en 2014 la exposición "En la quietud", Sala Amós Salvador, patrocinada por el Gobierno de La Rioja, con textos de Juan Manuel Bonet y Enrique Andrés Pérez en un catálogo a todo lujo. Ahora, Javier Victorero ha comprado una casa grande en un pueblecito de León, donde también va a poder pintar a su gusto, recibiendo las impregnaciones de la llanura castellana, con sus diversos colores según las estaciones del año y los cultivos.

Javier Victorero ha recibido críticas elogiosas tanto de los críticos de nivel nacional ya citados como de los que escriben de arte en Asturias, como Rubén Suárez, Luis Feás Costilla, Juan Carlos Gea, Javier Barón, Evaristo Arce y Ángel Antonio Rodríguez. Uno de los más citados por Juan Manuel Bonet y Enrique Andrés Pérez es el poeta, escritor y crítico de arte Dámaso Santos Amestoy (Soria, 1942 - Madrid, 2009), que en noviembre de 2005 presidió el jurado de la XIII Bienal "La Carbonera", ganada por Rodolfo Pico con su obra "Frutal de las musas". Dámaso dijo entonces: "Javier Victorero y Rodolfo Pico son pintores que hay que seguir". También le gustaba Miguel Galano. En estos momentos, Javier Victorero prepara una exposición en el Museo de Bellas Artes de Asturias. (Ver José Luis Argüelles, LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, 18-04-2018).

La exposición actual, titulada "En la noche clara", consta de 26 obras, alguna al óleo sobre lienzo, técnica que cultivó hace tiempo, pero la mayoría al acrílico sobre lienzo. ¿Qué pintores pueden servir de referencia para entrar en la obra de Javier Victorero? Al principio se hablaba de Piet Mondrian, Rothko y Pablo Palazuelo (Madrid 1915-2007). Pero en los últimos años se cita cada vez más al asturiano Luis Fernández.

¿Y cómo podemos definir el camino personal o estilo de Javier Victorero? Señalamos tres características. Primera la musicalidad, que se describe como música callada o soledad sonora que dice San Juan de la Cruz en su "Cántico Espiritual". Esta musicalidad se plasma en el hecho de los tonos de color cercanos como una escala musical y en las obras que pìnta sobre un mismo tema, como "Vánitas, Bodegón español, Brizna, Corazón de repuesto, Casa para Nano, Cantiga de Suso, Celeste, Agua y ceniza", etc. Se sabe que en la casa de Javier Victorero siempre está sonando música clásica. La relación entre música y pintura fue muy estudiada a finales del siglo XIX y principios del XX. Segunda la geometría, que se concreta en campos de color y líneas de las que se sirve para establecer la composición. Y tercera, las referencias locales o culturales. Algunos ejemplos. "Retorno a Tipasa II" (2013) se refiere al texto de diez páginas publicado en 1953 por Albert Camus (1913-1960) , premio Nóbel de Literatura en 1957, sobre Tipasa, antiguo puerto cartaginés, cercano a Argel (Disponible en internet). "A Curota I" (2015) es una montaña gallega desde cuyo mirador o cima se divisan varias rías e islas gallegas. Y "Cantiga de Suso V" (2014), se refiere tanto al monasterio riojano como a las Cantigas de Alfonso X el Sabio, o sea al origen del idioma castellano.

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