Con las fuertes lluvias recientes, hemos asistido varias veces a un bochornoso espectáculo en la bahía de la ex playa de san Lorenzo, además de las inundaciones del lunes 11 de junio, cuya madrugada ha sufrido unas precipitaciones tan abundantes como poco habituales, encharcando espacios como Arcelor, el Grupo Covadonga o el parque de Isabel La Católica. Además del consabido tema de la evidente gran escasez de arena seca en pleamar, que se empeñan en negar, se han sumado en días precedentes grandes manchas marrones en la ensenada, más color cagalera que chocolate, que han obligado a prohibir el baño en vísperas del verano. Ya saben que en la también atlántica Coruña regeneraron las playas, y ahora tienen ancha arena seca en pleamar tanto en Riazor como Orzán, clara mejora medio ambiental. La obra no fue cara y se hizo en poco tiempo. A ver cuando Moriyón, la alcaldesa del general secretario de Gürtel, caja B y sobresueldos, pone la toalla en pleamar en la arena seca en la escalera 6 o 10.
En Coruña se opusieron una minoría de ultra-ecologistas con el "argumento" de que arreglar la playa era estropearla. Es curioso esto de los ecologistas del no a todo, que carecen de alternativa viable. En Gijón querían demoler la cara regasificadora no estrenada. Están en contra de la contaminación atmosférica, consecuencia de los humos de las chimeneas, calefacciones tradicionales y tubos de escape de los vehículos, y se supone por ello contra las centrales térmicas de carbón, caras y contaminantes. Y al mismo tiempo se oponen al gas natural, a la hidroeléctrica y la eólica, tres de las menos contaminantes. El gas por si hubiera un escape; la hidroeléctrica pues rechazan que pase por ningún sitio la línea de alta tensión; y los generadores eólicos -en exageración caricaturesca-, dicen que alambra el paisaje. ¿Entonces de dónde sacamos la electricidad para el agua caliente, calefacción, electrodomésticos?? ¿Colapsará así ya el sistema capitalista?
Respecto a desviar hacia el noreste unos cientos de metros el riachuelo Piles, es cosa de presupuestarlo y valorarlo. No es incompatible sino complementario con solucionar el pozo de tormentas y la depuración este. En Gijón y Asturias volverá a haber años con lluvias intensas. En Valencia en 1957 hubo una gran riada que causó al menos 81 muertos. Entonces se decidió desviar el cauce del río Turia unos kilómetros hacia el sur para evitar nuevas inundaciones. No es que fuera a haber todos los años una inundación así. Afortunadamente no había ultra-ecologistas opuestos con el disparate de que iban a estropear el río o la ciudad. En su antiguo cauce hay avenidas, jardines y los edificios llamativos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un reclamo turístico significativo. Puestos a priorizar, puede que en Gijón, ciudad costera de 270.000 habitantes y más de 20.000 parados, sea más práctico -y barato- arreglar la playa que tener un "Metro" subterráneo, cuando un tranvía en el trayecto de la Universidad Laboral permitiría, además de desplazarse, disfrutar el entorno espectacular a una velocidad parecida.
