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Meditaciones desde Paraxes

Celsa Díaz

Apurón electoralista

Los ganaderos están en pie de guerra, y no es de extrañar. Recibir por litro de leche una cantidad inferior a lo que cuesta su producción demuestra la perversión del sistema económico en el que estamos inmersos. Decía uno de los manifestantes en Santiago que no quieren subvenciones -solución que impone un Gobierno del que no se fían ni un pelo- sino una compensación justa por su trabajo. Nada de limosnas. Tampoco quieren limosnas los funcionarios. Si como repite sin desmayo el ministro de Hacienda es tan evidente la recuperación económica, es el momento de empezar a devolver a los trabajadores públicos lo que les han arrebatado los recortes, tanto en condiciones de trabajo como en poder adquisitivo, y no ridículos porcentajes de dineros debidos. Las apuradas medidas de última hora pretenden hacer olvidar una legislatura en la que el desprecio y el desinterés hacia estos sectores ha sido la nota dominante. Y por mucho que se niegue o se quiera disfrazar, esto es puro electoralismo.

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