Ovidio Sánchez está preocupado por su futuro. Habiendo pasado 33 de sus 64 años de vida dedicado en exclusiva a la política, no se resigna a formar parte de las clases pasivas, y busca una salida profesional a la altura de sus capacidades. El juez José de la Mata cree que Ovidio Sánchez ha orientado esas altas aptitudes al lucrativo negocio del cobro de comisiones sospechosamente ilegales junto con dos socios que a día de hoy no se encuentran en su mejor momento judicial. Quedo perpleja. Que el hombre cuyo trabajo más arduo durante años consistió en agitar con soltura el flequillo haya puesto tanto afán laboral en estos momentos de su vida no deja de ser sorprendente. Pero leo que en sus declaraciones dice no acordarse de nada, que sus trabajos eran de poca monta, escasa envergadura y de muy corta duración. Éste sí que sigue siendo nuestro Ovidio.
